Venus está en Cáncer. Veamos cómo está afectando esta posición con respecto a la colocación actual del resto de cuerpos celestes.
En principio, las etapas en las que Venus está en Cáncer, nuestra capacidad para dar afecto adquiere una debilidad emocional exagerada, así como un carácter de paternalismo y necesidad de proteger. Estando además la luna, regente de Cáncer, en Escorpio, es decir, en trígono para el cangrejo (aspecto armónico), concluimos que la necesidad emocional (Luna) por dar afecto y por amar a los demás tal y como son (Venus), se halla incrementadísima.
Venus es afecto demostrado, necesidad de que los demás estén a gusto, mientras que la Luna, regente de Cáncer, es amor puro, necesidad de que los demás estén bien. Venus en Cáncer necesita que el amor externo corresponda con el interno de una forma exacta. Venus en Cáncer es entrega, cuidados, sinceridad en cada gesto de amor.
Aunque en Cáncer existe una contradicción principal, una premisa que se repite: “Necesito amar sin que se note que lo necesito.” El propio hecho de realizar cuidados manifiesta debilidad, por lo que lo que pretende Cáncer es una paradoja in situ, de ahí su lunatismo. Aunque no es tan descabellado su planteamiento, que es el del responsable padre de familia, jefe de manada: “Necesito que los demás estén bien, pero, si se nota que lo necesito, no estarán bien, porque no se sentirán protegidos: detectarán mi debilidad.”
El hermetismo de Cáncer es parecido al de Escorpio, la diferencia es que Escorpio es introvertido por el miedo a que los demás le hagan daño, mientras que Cáncer es introvertido por el miedo a que los demás no tengan un referente, un líder, un padre. Cáncer oculta su debilidad como la madre que llora a escondidas para que sus hijos no sepan que no llega a final de mes. Eso, irónicamente, no es al final debilidad sino fuerza, por lo que, tras la capacidad de soportar golpes de Piscis y la perseverancia de Escorpio, se esconde un signo de agua todavía más fuerte: aquél que no se derrumba hasta que su Imperio Crustáceo se pueda mantener sin su ayuda.
Este período de Venus, aparte de intensidad afectiva, altruismo gratuito y conexión con la manada, nos va a dar una época repleta de humor. Del bueno y del malo. Lo lunar y lo venusino, como hemos dicho, se intensifican por sí mismos y, si además contamos con un trígono a Neptuno en Piscis, lo que nos hace flotar en un mar de emociones. Hablamos de humor porque vamos a vivir las 12 caras de Venus a través de la luna, dado que el dispositor de Cáncer, nuestro satélite, cambia de signo cada 2’5 días.
Podemos hablar de unos días en los que la imaginación (Luna) y la fantasía (Neptuno) se darán la mano. Es una muy buena época para el arte, contando además con que el Sol está en Leo, signo de la manifestación artística.
Quizá este fin de semana, la oposición de Venus en Cáncer a su regente, la luna, que estará en Capricornio, genere una frialdad en la parte afectiva general, pero quitando eso y que Venus estará en cuadratura con Júpiter (en Libra) en los próximos días, esta idílica posición se encuentra en un momento más que agradable para disfrutar de sus efectos.
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Redacción Campus Astrología