El estudio del principio de Saturno y su práctica en la vida diaria transforma al aspirante en discípulo aceptado. Creer en Dios en la vida es una cosa, pero ser capaz de neutralizar los pares de opuestos en el propio ser es otra cosa. Gente que cree en Dios hay mucha, gente que viva por encima de los pares de opuestos y los neutralice, hay poca; de hecho, hay muy poca. Esas pocas personas tienen la buena oportunidad de trabajar para la Jerarquía. Por esta razón, es necesario practicar el principio de Saturno en la vida liana. Saturno es “el morador en el umbral” del Templo de la Iniciación.
Saturno ofrece oportunidades mediante las dificultades de la vida, dificultades que son mensajeras de lo que nos falta y de lo que hay que aprender en la vida.