Picasso y su retoño, Cubismo, son el resultado de un stellium en Tauro (Júpiter, Saturno, Neptuno y Plutón) en la casa 10 haciéndole una oposición al sol y a Mercurio en Escorpio en la casa 4.
Cuando hablamos de Cubismo, hablamos de cómo Picasso, su mayor precursor, taurinizó lo escorpiano, de cómo hizo tangible el estado natural de desfragmentación del alma, o de la manera en que diseccionó la realidad externa y tradujo ésta al lenguaje de los receptores del espíritu más analítico. Tal fue la perfecta hermandad que a través de sus cuadros consiguió pactar el malagueño entre los dos signos más significativos y enfrentados de su carta natal (♏♉, energías opuestas), que hizo que el ser humano pudiera arraigar (fijeza astrológica) un lenguaje artístico capaz de generar abstracciones analíticas (♏) conjugadas con una base visual cotidiana (♉).
Pero que el Cubismo es una ventana a una mezcla de mundos aparentemente incompatibles, es un hecho, lo revelador lo obtendremos tras analizar las causas astrológicas de este fenómeno. Hablamos de Arte, así que hemos de referirnos a la manifestación artística de cada signo, planeta o casa cada vez que éstos se traten en el artículo. Empecemos pues, con este stellium opuesto al sol y a Mercurio. Es Escorpio quien hospeda a estos dos astros en el alma de Pablo. ¡Escorpio es un Espiriscopio! Tanto la voluntad como el pensamiento concreto de Picasso eran observadores de entrañas, esto quiere decir dos cosas:
- Sol en Escorpio:Picasso tenía, en esencia, una gran sensibilidad para ver aquello que no se ve, esa parte oscura (para bien y para mal) donde sólo los ecolocalizadores de este murciélago zodiacal llegan. En torno a esta sensibilidad giraban todos los significadores de su personalidad.
- Mercurio en Escorpio:
Ésta es una posición de detective. El pensamiento analítico o concreto de Picasso estaba centrado en lo que a ojos populares no sería merecedor de ello: ademanes oscuros, rincones ocultos, instintos poco pueriles o desgracias sociales (véase el Guernica). El hecho de que estuviera en conjunción con el sol, indica que la energía asociada a este planeta estaba presente constantemente en su vida.
Hay que tener en cuenta, por supuesto, que tanto el sol como Mercurio están en la casa 4 de Picasso, la de las raíces, la familia o lo que nos es más familiar. Podremos decir entonces que la creatividad y el pensamiento escorpianos fueron el punto de partida del Cubismo, que las profundidades del Cubismo radican en la búsqueda de rincones ocultos del alma que, aparte de en temáticas como la catastrofista del citado Guernica, se podían apreciar en la descomposición y aislamiento abstracto-detallista (Mercurio en Escorpio) de las formas.
Por otro lado, transportémonos hacia su stellium en Tauro (Júpiter, Saturno, Neptuno y Plutón) en la casa 10 haciéndole una oposición al sol y a Mercurio. La casa 10, la del Medio Cielo, es la del destino profesional y la vocación. Veamos primero cómo se manifiestan en esta casa cada uno de estos planetas:
- Júpiter: Las personas con Júpiter en la casa 10, necesitan aprender constantemente, innovar, expandirse, viajar, ser grandes. La continua expansión de fronteras de Pablo Picasso y su innovación artística son un hecho. Cabe añadir que Júpiter es el dispositor de la imaginación de Picasso (luna en Sagitario, situada en la casa de la creatividad además, la 5), y por tanto un poderoso generador de fantasía.
- Saturno: Las personas con el planeta de las estructuras en la casa 10, aspiran a formar las bases de algo o a luchar por unos principios reglamentados. Ambas cosas constan en el caso tratado: el Cubismo sentó cátedra, y éste junto al compromiso fructífero de nuestro protagonista con el Partido Comunista sació su sed saturnina.
- Neptuno: Las ansias de materialización profesional del planeta de la irrealidad fueron colmadas por Pablo por el simple hecho de ser artista pues, así como Venus cumple con la parte sensorial del arte y la luna aporta la capacidad imaginativa, lo fantasioso, Neptuno es el encargado de plasmar contenidos disformes, fantásticos, que esencialmente no podrían ser encontrados en la realidad corpórea. Más Cubismo.
- Plutón: Muy afín al signo al que le hace una estimulante oposición, este Plutón en la casa 10 indica una necesidad de reestructurar algo. Es perfectamente conjugable con ese Saturno conjunto, puesto que para construir hay que destruir. ¿Y qué es eso dicho de otra forma? Adivinen… ¡sí! Cubismo.
Estos cuatro qués planetarios desarrollados en el dónde de la casa 10, la “profesión final”, necesitan un cómo. El cómo es Tauro: artístico, bello, material, externo. Pongamos los ojos también en su dispositor, Venus. El stellium opuesto al sol indica una gran tensión, una confusión (como decíamos en el artículo en el que analizábamos los efectos secundarios de un stellium), en este caso, en la casa 10, pero el Venus domiciliado en Libra de Picasso aporta una armonía (valga la redundancia) aplicable a la estabilización de este stellium y a su posterior conjugación con el sol.
Podemos observar además el imaginativamente enérgico Marte en Cáncer (regente de la cúspide de su casa 10, Aries), armónico mediante trígono con el sol en Escorpio y dispositor de éste, y mediante sextil con el stellium en la 10 en Tauro, pero inarmónico con el MC puro (Aries), Todo esto unido a Urano en Virgo, armónico para Picasso en cuanto a aspectos a Tauro y Escorpio (y receta final de su genio artístico), convierten esta carta natal en un gigantesco puzle cuyas piezas están desordenadas, mas no perdidas.
La carta natal de Picasso es, por tanto, una conspiración para crear una raza extraña de animal, cruzando al toro y al escorpión, y dando a luz así al Cubismo: la correspondencia deconstructiva y profunda, pero lineal, de una realidad social palpable.
Redacción Campus Astrología