La Quiromancia [quiro (mano) + mancia (adivinación)] y la Astrología tienen una estrecha relación. Aquella práctica ancestral trabaja tanto la lectura de la personalidad genérica, como los acontecimientos que atañen al pasado o al futuro del consultante, y lo hace leyendo códigos ocultos que albergan las líneas, los dedos y los montes de las manos. Tienen los tres factores una importante relación con la influencia planetaria de los 7 planetas tradicionales, mas, en este artículo, prestaremos más atención al elemento cuya información aportable es más concreta y propicia por tanto para la iniciación del aprendiz: los montes.
Los montes son las prominencias que, poniendo la mano paralela al cielo, se pueden detectar en la base de cada dedo. Cada uno de estos montes recibe un nombre y un efecto asociados a un planeta:
- El monte de la base del pulgar, es el Monte de Venus.
- El monte de la base del índice, es el Monte de Júpiter.
- El monte de la base del corazón, es el Monte de Saturno.
- El monte de la base del anular, es el Monte de Apolo (Sol).
- El monte de la base del meñique, es el Monte de Mercurio.
- El monte que hay bajo el monte de Mercurio, es el Monte de Marte.
- El monte que hay entre el de Marte y el principio de la muñeca, es el Monte de la Luna.
El grado de pronunciación de cada uno de los montes es directamente proporcional a la intensidad de sus características, análogas de las propiedades astrológicas personales de cada planeta asociado. Aunque la interpretación de cada monte englobe todas las influencias que dichos planetas ejercen en la carta natal, su significado se centra más en las siguientes:
- La inteligencia en cuanto al sol (el yo interno aplicado al exterior).
- La imaginación en cuanto a la luna (el yo interno aplicado al interior).
- La elocuencia en cuanto a Mercurio (la correcta distribución entre la aplicación externa e interna del yo interno)
- El magnetismo en cuanto a Venus (el yo interno en armonía con el exterior).
- El eje valentía-agresividad en cuanto a Marte (el yo interno en tensión con el exterior).
- La ambición en cuanto a Júpiter (el yo interno en armonía con el interior).
- Los sentimientos internos (estructuras, arraigo, ideas preconcebidas, objetivos, costumbres condicionantes) en cuanto a Saturno (el yo interno en tensión con el interior).
Por supuesto que la Quiromancia no es tan precisa como la Astrología, aunque en ciertas situaciones, lo más simple puede resultar más esclarecedor, y lo más detallado puede dar la vuelta al círculo y comenzar a ser confuso, lo concreto siempre es lo del centro.
Todo depende de cómo y para qué se utilice, pero, al fin y al cabo, todo es Astrología.
Redacción Campus Astrología