En estos últimos días hemos tenido un intensísimo Stellium en Leo: el sol, la luna (nueva), Mercurio, Marte y el Nodo Norte han hecho que presenciado la actual omnipresencia del León. ¿Cómo nos ha afectado? La luna creciente virguiana en que nos hallamos, hará que tomemos la conciencia mercuriana sobre cómo ha afectado (y sigue afectando) este Stellium.
Como ya dijimos en uno de los recientes artículos, Marte en Leo ha inyectado optimismo en el ambiente cuando, casi sincronizado con el sol, ha entrado en el fijo de fuego. El hecho de que lleve ya 5 días transitando este signo y que, además, el astro de las emociones (la Luna) se haya unido a la fiesta, ha hecho que el optimismo se convierta en un exceso de consciencia del ego, para bien y para mal. Eso, por supuesto, es autoestima, autoafirmación y energía, fuego interno. Aun así, aparte de que el cúmulo de días transitados hace que el fuego pueda quemarse a sí mismo, la luna no es buena turista en el país del León, por lo que esta sobredosis de energía ha podido crearnos cegueras emocionales con las cuales quizá no hayamos sabido lidiar correctamente.
No se alarmen, ahora estamos cogiendo perspectiva: tras la tempestad, llega la calma y, después del semental León, viene la Virgen. La luna en Virgo va a asentar nuestras emociones y a hacer que reflexionemos, llevándonos hasta el Mercurio en Leo, conjunto ahora al resto de planetas mencionados anteriormente, lo que significa que vamos a seguir siendo leoninamente mercurianos, pero con distancia: la Luna en Virgo va a hacernos analizar por una rendija cómo podemos suministrar esta energía tan valiosa que es la de Leo, la del yo.
Es por ello que el consejo de hoy no es otro que el de coger papel y boli y, en esta noche creciente, analizar este circo, convertirnos en domadores y apuntar para qué vamos a utilizar a nuestras bestias felinas hasta que el mes virginal comience… aprovechemos, que aún queda casi un mes.
Redacción Campus Astrología