La Luna llena en Virgo tendrá lugar en el grado 22 de este Signo, el 12 de marzo de 2017.
Se avecina una Luna muy interesante que nos llevará a hacer un análisis interior a través del cual podremos traer a la luz de la conciencia nuestras verdaderas necesidades, esas que, desde nuestro mundo inconsciente, claman por su lugar como una pieza más del rompecabezas interior.
Y no se trata de rompernos la cabeza, cosa muy común en el signo de Virgo, donde tendrá lugar esta Luna, concretamente en el grado 22, más sí de hacer un repaso de nuestro mundo emocional desde un cariz más racional, que nos permita cribar lo que realmente puede sernos útil y lo que no, hacer higiene emocional y curarnos en salud de todo aquello que a la larga, si prolifera dentro de nosotros, puede resultar improductivo o perturbador.
Ha llegado el momento del año en que las emociones piden ser llevadas a un examen muy especial pues, si bien cada mes la Luna nos brinda esa oportunidad cuando transita por este signo, el hecho de hacerlo durante su fase de Luna Llena nos invita a que el mismo sea aún más atento y esclarecedor.
A Virgo le encanta escrutar, discernir, en aras de la practicidad y la utilidad, por ello cuando la Luna transita por este signo las emociones se tornan más contenidas, menos efusivas, pues más que el hecho en sí de expresarlas lo que se busca es su eficiencia, su sentido práctico, siendo pasadas por el filtro de la razón que las cuestionará y decantará aquello que no sea estrictamente necesario, que no cumpla ninguna finalidad real.
El afecto con esta Luna se demuestra más bien con gestos que contribuyen a facilitar la vida de los demás y de esta forma hacerlos sentir cuidados y protegidos, preocupándose especialmente por su salud, nutrición y seguridad y por esos pequeños detalles que permiten que el otro esté más confortable y se sienta bien atendido.
Por otro lado, hay una tendencia a volvernos más exigentes, o bien, es posible experimentar que nuestros afectos exigen más de nosotros.
En el plano hogareño y familiar prestaremos mayor atención a la limpieza, el orden, la seguridad y a los temas de salud y laborales que puedan afectar a nuestra familia.
También es frecuente con esta Luna llevarse trabajo a casa o encontrarse en casa haciendo alguna labor que requiere de nuestra especial atención como puede ser arreglar algún desperfecto o poner en orden algún rincón que teníamos olvidado.
Igualmente, puede que concentremos mayor atención que de costumbre en nuestros asuntos laborales y/o de salud que deban ser atendidos.
Esta es una Luna llena en Virgo que puede dar un mayor índice de visitas al médico, al naturópata o al nutricionista, así como a la farmacia, a la herboristería, en fin, a todos aquellos lugares que asistimos para atender nuestra salud o la de nuestros seres queridos.
Es frecuente también durante esta lunación que tomemos consciencia de la necesidad de cuidarnos más, de nutrirnos mejor, de hacer más ejercicio, de llevar una dieta más sana, de organizar mejor nuestra rutina, etc.
Es propio del eje Virgo – Piscis, donde se escenificará la dinámica energética fundamental de esta Luna llena, que al encontrarse en Virgo será plenamente iluminada por el Sol desde el signo de Piscis, la dicotomía y confrontación del orden y el caos, la racionalidad y la espiritualidad, la practicidad y la complejidad.
Así que es en esas aguas donde nos moveremos para poder hacer consciencia de la necesidad latente de poner orden al caos reinante en nuestras vidas o en nuestro entorno más cercano y, asistiéndonos de la luz eterna y sagrada del espíritu y de la fe en esa fuerza invisible y trascendente que nos impulsa a seguir adelante y que es la esencia de la vida, obrar de forma práctica y eficaz en nuestra cotidianidad y, para ello, nuestras emociones tienen que encontrar su orden, ese que nos permita centrarnos y organizarnos mejor, desde adentro hacia afuera.
El Sol se encontrará acompañado de una conjunción con Palas, Quirón y Mercurio, formando un stellium o aglomeración de planetas en el signo de Piscis, del cual también participa, aunque fuera del orbe de la conjunción el planeta Neptuno, así como también el Nodo Sur.
Tantas energías en Piscis pueden hacer especialmente difícil el trabajo de esta Luna llena en Virgo, acentuando el conflicto natural del eje Virgo – Piscis ya antes expuesto, pues la enorme carga energética propia del stellium que protagoniza el signo de Piscis puede hacer que nos polaricemos hacia ese lado del eje o que, de inclinarnos por manifestar la energía propia de la Luna en Virgo, nos encontremos con una gran resistencia u oposición ya sea en nosotros mismos o a través de otras personas o circunstancias externas que, como siempre, no son más que un reflejo de nuestro propio conflicto interior.
Es posible entonces que nos veamos enfrentados, entre otras cosas, a situaciones, personas o acciones caóticas y/o confusas, así como expuestos a desilusiones, evasión de responsabilidades o, por el contrario, abrumados por ellas a causa de la ineficacia o las demandas de otros y no se trata aquí de culpabilizarse a sí mismo cuando no a los demás, cosa muy típica de Piscis, pues todo es parte del juego que, a través del entramado cósmico, la conciencia ha diseñado para experimentarse y desvelarse a sí misma.
El misterio de la vida sólo puede ser comprendido por quienes se brindan a sí mismos la oportunidad de aceptar la verdad subyacente en el interior y asumir la responsabilidad, que no la culpa, por aquellas experiencias que desde su juego cósmico de autoconciencia generan.
Desglosando un poco las energías de este Stellium en Piscis nos tocará lidiar por parte de Quirón con la concomitante herida de separación de la fuente, que puede verse activada por sentimientos y/o situaciones de abandono, pérdida, soledad, vacío, evasión, sufrimiento, vulnerabilidad, etc.
Por parte de Mercurio, notaremos que el plano mental y/o comunicacional puede estar relativamente caótico, pudiendo ser más frecuentes los despistes, malentendidos y engaños.
Los vehículos también pueden verse afectados por este tránsito pudiendo requerir algún arreglo o revisión.
Puede existir también mayor torpeza y desatino al caminar y en los movimientos en general incrementando la tendencia a sufrir tropiezos, luxaciones, esquinces, que crucemos la calle de manera descuidada, que se nos caigan las cosas, etc. Por ello, es recomendable ser más prudentes en este sentido.
Sin embargo puede ser un tránsito favorable para la danza, toda vez que nos entreguemos a la inspiración y nos permitamos conectar profundamente con la esencia que somos, esa que busca danzar a través de nuestro cuerpo, pues si la energía de Mercurio en Piscis vibra en un nivel más elevado favorece la gracilidad en los movimientos y la expresión corporal inspirada y canalizada.
Igualmente, favorece la poesía y las canalizaciones.
Mercurio en Piscis también puede manifestarse a través de nuestra relación con los hermanos, puede que nos veanos confrontados a su sufrimiento, sacrificio y capacidad de entrega y sintamos la necesidad de ayudarles de alguna manera y expresarles nuestro amor incondicional o, por el contrario, puede que nos llevemos alguna decepción con algún hermano, compañero o amante que nos haga cuestionarnos nuestra relación con el mismo, aprovechando la objetividad propia de la Luna en Virgo.
En este sentido, puede que el amor incondicional y el perdón se impongan ya sea por ser lo políticamente correcto, o bien porque nazca de nosotros mismos guiados por nuestra propia naturaleza compasiva y/o por un enfoque trascendente de la vida, no obstante, convendria tener en consideración que, más allá de resguardar la pureza de nuestros sentimientos, está bien también saber discernir hasta que punto podemos seguir confiando o no en esa persona que nos ha defraudado.
Por su parte, Palas en Piscis nos puede sumergir en las verdades más profundas y trascendentes, en la sabiduría de lo espiritual, y resguardarnos en lo divino, apelando a su protección y seguridad a través de una conexión profunda con lo más esencial del Ser que podemos encontrar ya sea a través de la meditación, de la música, la poesía o la danza de tipo devocional, etc.
Es un momento de especial inspiración para los artesanos, regidos por esta Diosa o arquetipo femenino, y en general para las actividades relacionadas con lo laboral, sin embargo, también es posible encontrarnos con ciertas dudas, confusión y caos en este ámbito.
En cuanto a Neptuno, quien se encuentra domiciliado en Piscis, es decir, en su signo de regencia, nos seguirá demandando una experimentación profunda de lo más elevado, divino, mágico e ilimitado de nuestra naturaleza, ya sea a través del arte inspirado o de la espiritualidad.
Sin embargo, también puede ocasionarnos confusión y/o sufrimiento en el área donde se encuentra transitando en nuestra carta, así como en aquellos temas regidos por los planetas situados en nuestra carta natal con los que pueda ir interactuando durante su tránsito por este signo.
Como siempre, Neptuno nos hará contactar con situaciones que pueden llegar a detonar sentimientos de culpa, abandono, evasión, sacrificio, entrega, perdón y amor incondicional en relación a las áreas de la vida a las que se encuentre afectando.
Su reciente conjunción al Nodo Sur en Piscis, que por cierto sirvió de marco al eclipse de Sol en este signo, al que asistimos al comienzo de esta lunación, nos marcó la necesidad de soltar el lastre de lo ilusorio, de lo efímero, de aquello que no fraguó, de los sueños desproporcionados que no conducían más que a la desilución y de las distracciones que nos desvíaban o evadían de nuestro verdarero propósito.
Retomando de la experiencia del pasado únicamente aquello que sirve para inspirarnos y proyectarnos hacia la concreción de objetivos tangibles, lo divino decanta su esencia para que podamos darle forma en este plano, para ello es preciso aprender a ir de lo subjetivo a lo objetivo reconciliando de esta manera, a través del Nodo Sur en Piscis y el Nodo Norte en Virgo, la propuesta de este eje zodiacal en el cual tiene lugar la actual lunación.
Que esta Luna llena en Virgo nos permita asomarnos a nuestro mundo interior y, así mismo, enfocar nuestras vivencias cotidianas con mayor asertividad.
Que podamos seguir sintiendo la fuerza sutil y la sacralidad de la vida de una forma consciente y responsable que nos permita plasmar el cielo en la tierra, ello será posible en la medida en que nuestras emociones estén mejor calibradas.
Esperemos que la mente, regida por Mercurio, quien es el dispositor tradicional de esta Luna llena en Virgo, por su regencia sobre el signo de Virgo, no nos sabotee el intento, desde su presencia en Piscis, sino que contribuya, desde las vibraciones más elevadas del signo, a retornar a lo divino la impronta de lo realizado a nivel práctico tanto interiormente, como exteriormente, tal vez con una profunda plegaria de agradecimiento.
Consultora de Astrología y Tarot
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