Leo, el signo de la fuerza, la vitalidad, el impulso creativo, la naturaleza egóica, será el escenario de esta Luna llena, que promete mucha intensidad.
Nuestras emociones rugirán de forma amplificada, pues la Luna estará disfrutando de la compañía de Júpiter, el gran benéfico del cielo, que todo lo que toca lo magnifica y lo expande. Esto, aunado al carácter expresivo, extrovertido y egocéntrico del signo de Leo, nos augura una Luna llena cargada de efusividad, creatividad, disfrute, espíritu festivo y dramatismo.
Nos encontraremos más demostrativos de lo normal respecto a nuestras emociones, sintiendo mayor necesidad de reconocimiento y aceptación y buscando llamar la atención de aquellos que consideramos importantes para nosotros, especialmente de nuestros amigos, pues el Sol iluminando desde Acuario y el trígono de Urano a la conjunción Júpiter/Luna, así como su sextil al Sol, desde el signo de Aries, facilitará el contacto con estos, que también reclamarán nuestra atención de alguna manera.
Estaremos todos bailando la danza de los egos, pero será un festín divertido, donde cada cual se sentirá impulsado a mostrar su faceta más creativa, sus talentos o dones o, simplemente, expresarse de forma más espontánea, libre y divertida. Los amigos estarán ahí, prestos a salir a escena y nos sentiremos en confianza de mostrarles ese brillo que albergamos en el alma y sentiremos esa misma receptividad en aquellos a quienes ofrezcamos nuestra amistad.
Sera, entonces, una Luna llena para conectar mucho más con los demás, mostrarnos más abiertamente, sentir con mayor intensidad y expresar lo experimentado de forma espontánea y efusiva. No es momento para cortarse, es el día de conectar con quien/es tengas frente a ti y abrir el alma de par en par, permitiendo a cada emoción ser vista y degustada. Sintámonos libres de brillar y felices de sentir, porque ese es el recordatorio de que estamos vivos.
Júpiter retrógrado, junto a la Luna llena en Leo y en trígono a Urano en Aries, nos hará revisar hasta que punto nos hemos dado la oportunidad de ser vistos, de mostrar al mundo nuestros talentos, de explorar nuestra creatividad en busca de aquellas formas de expresión que nos resultan propias y nos hacen sentir más vivos y en que forma las hemos transmitido a los otros o cómo podríamos hacerlo de nuevas maneras.
Es el momento ideal para hacer un balance de nosotros mismos como seres creadores y cocreadores de la realidad a través del uso óptimo de nuestra imaginación para generar nuevas y diversas posibilidades. No hay nadie en este mundo que no tenga un talento, lo haya descubierto o no; es tiempo ya de aplicarse más en ello, de reconocer nuestras capacidades y dones y desarrollar una actitud más proactiva en este sentido, no sentís acaso la necesidad de ello?
Crear es una forma de celebrar la vida y esta luna se prestará para eso, para honrar el hecho de estar vivos, disfrutando nuestra naturaleza humana, simbolizada por ese Sol en Acuario y sintiéndonos felices de tener un alma que nos permite experimentarla con intensidad y ardor, en esta maravillosa Luna leonina, acompañada por el imponente Júpiter, que nos invitará a estar alegres y sentirnos optimistas y esperanzados, con ganas de explorar nuevos horizontes, ya sea físicamente o a través de nuestra imaginación.
Esta luna llama además a los buenos recuerdos, a quedarnos con lo bueno de las experiencias y agradecer el aprendizaje que estas nos han reportado. Predispone también a la generosidad, a sentir la necesidad de mostrarnos más amables y bondadosos y ofrendar a los demás lo mejor de nosotros mismos, arropándolos con nuestra calidez y haciéndolos sentir aceptados y reconocidos.
Por contraparte, también demandaremos esa misma aceptación y, si actuamos de forma libre y desapegada, es más seguro que la consigamos; nada conquista más a esta apasionada Luna que el sentimiento de amistad que irradia el Sol en Leo, lo cual se verá reforzado por el trígono de Urano desde el signo de Aries, vibrante de energía y autenticidad.
Sentirnos libres de ser nosotros mismos es la clave. La espontaneidad y el optimismo jupiterianos también nos abrirán la puerta al alma de quienes nos rodean y nos permitirán relajarnos y sincerarnos, pues nos sentiremos más distendidos y cómodos con nosotros mismos y esa es una condición esencial para sentirnos también cómodos en compañía y hacer sentir a gusto a los demás.
Esta Luna también puede hacer aflorar en nuestras emociones cierto matiz de arrogancia y orgullo, ofreciéndonos una excelente oportunidad para trabajar el ego, o bien, llevarnos a experimentar ese sentimiento de dignidad propio de Leo, que nos hará sentir reconciliados con la vida.
En otro orden de ideas, la familia puede tornarse el centro de atención en esta Luna, en especial para aquellos que la tienen en la distancia. Tendremos ganas también de acercarnos o familiarizarnos un poco más con otras culturas o con alguna filosofía o creencia que nos aporte una perspectiva más amplia de la vida.
Por si fuera poca la intensidad de esta lunación, la misma se verá potenciada por la presencia de un Yod o “Dedo de Dios” enfocado en la conjunción Luna/Júpiter en Leo, en el cual participan, formando el sextil de dicha configuración, Plutón en Capricornio y Marte, conjunto a Quirón en Piscis, este sextil aportará una energía sumamente transformadora y sanadora, que impactará en nuestro plano emocional para activar esa fuerza y calidez de la Luna en Leo; generando una especie de impulso sanador que, combinado con el proceso de transformación que ya se viene fraguando desde hace un tiempo, nos infundirá una sensación de fe y esperanza, haciéndonos sentir sumamente protegidos y acogidos; será como si la madre Durga, diosa hindú, relacionada simbólicamente con este signo nos abrazara y resguardara al recordarnos que no estamos solos, que siempre habrá alguien a través del cual podamos experimentar esa sensación maternal de protección, afecto y nutrición.
A esta deidad también se le atribuye ser la destructora del ego y de toda ilusión, permitiéndonos conectar con la luz de la conciencia.
Igual nos toque ser el sanador o lo sanado, o ambas cosas, pero en todo caso, será una experiencia reconfortante y expansiva para el alma.
El Sol en el punto medio entre Plutón y Quirón y opuesto a la Luna, completará con estos una cometa Cósmica, dinamizando aún más toda esta sinfonía energética; al estar en Acuario aportará una sensación sumamente liberadora, sustentando de esta manera el subidón emocional de esta sanadora, transformadora y expansiva lunación.
Tanto el Yod como la cometa cósmica que se formarán, pueden, por los planetas y signos implicados, activar un proceso de sanación relacionado con la sexualidad, con la conquista amatoria o, simplemente, con el hecho de movilizar una potente energía que nos conectará con el reconocimiento de nuestro guerrero y sanador espiritual y con nuestro impulso de conexión con la sabiduría divina y con lo más sagrado de nosotros mismos. Es excelente momento para una experiencia tántrica.
Urano, en trígono a la conjunción Luna/Júpiter, sextil al Sol y cuadratura a Plutón, será el viento que guie el vuelo.
Esta será entonces una Luna dispensadora de una gran sabiduría, pues la sapiencia inherente a al arquetipo lunar, como guardiana de los misterios, señora de los ciclos y preservadora del saber ancestral, se verá potenciada y combinada con la sabiduría expansiva, filosófica y abstracta de Júpiter, brindándonos la oportunidad de experimentar en este luminoso signo de una brillante intuición, mayor claridad y encuentro propio, permitiéndonos, si sabemos despejar las capas del ego, un contacto más cercano con la luz de la consciencia y con la sabiduría de la madre y del padre en perfecta comunión.
Adicionalmente, contaremos con una hermosa conjunción de Venus y Neptuno en Piscis, que nos transportará a ese sentimiento de amor universal, propiciando la conexión y comunión con los demás y con toda la creación si abrimos el espacio para ello a través del arte, la meditación o de las relaciones, que viviremos desde el amor incondicional. Estos planetas, opuestos a Lilith en Virgo, nos llevarán a una profunda experiencia mística, donde el amor será experimentado como ese gran y profundo misterio, como una especie de ritual, del que por más que intentemos huir nos acaba seduciendo y envolviendo en su aura de magia y encanto.
No obstante, esta conjunción también puede experimentarse como una sensación de confusión respecto a las relaciones, de no tener las cosas claras y, será Saturno, haciendo cuadratura desde el signo de Sagitario, el que nos pedirá clarificar y establecer parámetros más exactos que definan la forma y los límites de nuestras relaciones amorosas. Y es que puede haber una parte en nosotros que tema o se resista a tanto romanticismo, quizá todo provenga de un secreto miedo a que la relación no resulte, a que fracase, a que todo sea producto de una ilusión pasajera, o quizá el miedo sea el de reconocer que hemos encontrado algo tan hermoso que temamos echarlo a perder y nos sintamos conflictuados por una especie de bloqueo que impida una entrega mayor, plena, a la relación.
Es aquí donde debemos sincerarnos con nosotros mismos y analizar que queremos realmente y si esa relación lo manifiesta y tiene el potencial de crecimiento que quisiéramos experimentar en ella.
Es importante definir hasta donde queremos llegar o explorar, sobre todo para no confundir al otro ni a nosotros mismos y, si descubrimos que realmente estamos perdidamente enamorados, quizá debamos ser conscientes de que la otra persona puede ir a otro ritmo, o de que, a pesar de la belleza y plenitud del sentimiento y de la relación, hayan factores que nos exijan tener paciencia y permitir que esta se desarrolle sin prisas ni presiones pues, de lo contrario, podría desvanecerse.
Tiempo al tiempo, pues explorarse y conocerse requiere precisamente eso, tiempo, momentos compartidos. No obstante, no estaría de más relajarse un poco, soltar tanta tensión y permitirse entregarse un poco más, pues esto quizá nos ayudaría a despejar cualquier duda, desconfianza o inseguridad.
En apoyo a esta búsqueda de concreción, Mercurio retrógrado en Acuario, en sextil a Saturno en Sagitario, nos facilitará un proceso de revisión de nuestros ideales, empujándonos a realizar un reseteo mental, persiguiendo la consecución de una coherencia con nuestras más elevadas metas; quizá es momento de desprogramarse un poco, para ajustarnos mejor a aquello que realmente anhelamos.
Esta será, pues, una luna para volar, para aprender, para sentir al máximo la pasión de estar vivos, sanar y ser sanados, templar la justa medida entre la entrega y la prudencia en las relaciones afectivas, entre los sueños y la realidad y disfrutar de ese aquí y ahora que es el punto de conexión o puente entre el aprendizaje acumulado del pasado y la intuición de la experiencia futura, todo se reúne en ese instante presente, que es el único que realmente puede ser degustado en tiempo real y que nos recuerda que el amor es presencia y que el cuerpo es el vehículo de la sabiduría del alma, esa misma que ahora nos abraza efusivamente desde el magnánimo y majestuoso signo de Leo.
Consultora de Astrología y Tarot
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