Se avecina una Luna llena muy especial, la Luna llena en Capricornio, un signo con importantes connotaciones iniciáticas.
Por un lado, es el signo representante de una de las cuatro puertas astrólogicas, que son aquellas donde tienen lugar los solsticios y los equinoccios.
Por otra parte, es el signo representado por la cabra marina, que surgiendo de las aguas de lo inmanifestado, manifiesta la materia, lo concreto, el mundo de la forma.
También hace alusión al mítico macho cabrío, cuya imagen nos remite al semidiós Pan de la mitología griega y al mítico Fauno de los romanos y que está relacionado con el instinto y la potencia sexual, la naturaleza salvaje, los bosques y la fertilidad, guardando un papel muy especial en la cosmovisión de las tradiciones paganas y cuyo simbolismo ha sido, lamentablemente, tergiversado por algunas religiones.
Es, así mismo, en este signo zodiacal donde tiene lugar la primera Luna llena después del Solsticio de Verano, la cual acontece en el mes de Asadha en la tradición hindú y que corresponde a la festividad del Guru Poornima, en la cual se celebra al Maestro espiritual, tanto a aquel que mora en el interior como a su manifestación externa en la figura del preceptor que guía nuestro camino evolutivo, aquel que con su luz remueve nuestras sombras y que es un espejo de ese Guru interior que nos habla a través de sus palabras, de su mirada, de sus silencios.
Es importante recordar, en este sentido, que desde el punto de vista de la astrología sideral o Jyotish, que es la que se maneja en India, la Luna se encontraría en Sagitario, pues ellos determinan las posiciones planetarias en referencia a las constelaciones, es decir, al fondo de estrellas fijas.
No, obstante, desde el punto de vista de la astrología occidental, que utiliza el zodiaco tropical, en el cual los signos se encuentran desfasados respecto a las constelaciones a causa del fenómeno de precesión de los equinoccios, manejando pues una correspondencia simbólica con los ritmos naturales de los equinoccios y solsticios, la Luna llena de este mes acontece en el signo de Capricornio.
En el Budismo Tibetano, por su parte, esta Luna corresponde a la celebración del primer sermón de Buda Gautama, que tuvo lugar en Sarnath.
Es por ello que la Luna llena en el signo de Capricornio tiene tanta importancia, ella marca un punto de inflexión en el que podemos ver la cristalizar en el alma el florecimiento de una estructura firme que le da orden y substancia a la nutricia Luz que irradia desde el Sol en el opuesto signo de Cáncer.
Es una Luna ideal para hacer florecer todo lo relativo a nuestras metas, ambiciones y manifestar en el plano material la intención del alma, pero ello requerirá del esfuerzo, el trabajo y la disciplina que el signo de Capricornio nos propone.
Es una Luna que pide, sobre todo, orden, organización, responsabilidad y madurez, especialmente a nivel emocional y en lo relativo con el hogar, la familia y a aquellos temas relacionados con la casa astrológica donde esta Luna tenga lugar en su tránsito por nuestra carta natal, pues su paso suele marcar un momento de asumir mayores responsabilidades, de hacernos cargo de lo que nos corresponda.
También puede proponernos, de alguna manera sentar límites respecto a alguna situación en particular que, igualmente, puede hacer aflorar temas tan importantes como el respeto y las formas.
Nos invita, así mismo, a una actitud emocional austera y práctica, pues la necesidad fundamental en esta Luna es tener los pies bien puestos sobre la tierra y concentrarnos en nuestras metas y responsabilidades.
Al encontrarse el dispositor de la misma, Saturno, transitando por el signo de Sagitario, que tiende, entre otras cosas, a expandir aquello que en el mismo se encuentra, estas responsabilidades pueden ser, en cierta forma, excesivas, llegando a sobrepasarnos, pudiendo sentir que estamos cargando con más de lo que estamos acostumbrados, esto puede hacer que nos sintamos especialmente cansados o agotados durante esta lunación.
No obstante, el talante optimista de Sagitario puede ayudarnos a afrontar esas responsabilidades de forma estoica y con espíritu de superación, experimentando los retos, obstáculos y pruebas que pudieran presentarse como oportunidades de crecimiento y expansión y, en definitiva, de mayor maduración.
Así mismo, como el nivel de exigencia en esta lunación será mayor, será necesario optimizar mejor el tiempo y las estructuras que den soporte a nuestro proceso actual.
Es, de alguna manera, una Luna que nos hace experimentar las emociones de forma más fría y racional, ya sea porque así lo sintamos vibrar en nuestro interior o porque otros muestren tal actitud ante nosotros.
Puede que la vida nos presente alguna situación donde experimentemos incluso sentimientos de rechazo emocional, ya sea en nosotros mismos o por parte de otras personas hacia nosotros. De ser así, podemos sentirnos subestimados, juzgados, sin embargo, es importante hacer consciencia de, en que medida, estamos proyectando en otros nuestro propio rechazo, juzgamiento y desvalorización.
Es una Luna que propende al ahorro, la austeridad y cuya sabiduría se basa en organizarse y administrarse de forma adecuada.
Tiende a la austeridad también en la alimentación, que puede en ocasiones manifestarse como escasez, desabastecimiento, si la energía de Saturno se encuentra bloqueada o mal canalizada, mientras que podría hacer referencia a acumulación de los mismos, si dicha energía se encuentra fluyendo de forma más eficaz.
Entre los aspectos más importantes asociados a esta Luna llena, tenemos la cuadratura entre Saturno retrógrado en Sagitario y Neptuno retrógrado en Pisicis, el cual se encuentra, así mismo, en oposición a Júpiter en Virgo, lo cual está removiendo temas relacionados con la fe, los ideales y las creencias, proponiéndonos el desafío de ser más exigentes y críticos con las figuras del mundo de la religión, la filosofía, la política, sin por ello perder la fe en que pueden haber formas de dar un sentido y concreción más justa y correcta a los ideales que nos inspiran en esa búsqueda de sentido, de justicia y de orden moral.
Es posible que, en este sentido, podamos habernos sentido defraudados por ese tipo de figuras o confundidos por incongruencias entre lo que proponen a nivel espiritual o idealista y lo que manifiestan en un sentido práctico.
En este orden de ideas, el discernimiento puede ayudarnos a ver con mayor claridad, depurando espejismos y proyecciones que, de alguna manera pueden corresponder a esa sombra personal y/o colectiva no reconocida y que es importante reconocer, aceptar y transformar para poder avanzar en nuestra evolución.
El actual trígono entre Júpiter en Virgo y Plutón retrógrado en Capricornio impulsará un profundo trabajo interior en este sentido.
Saturno retrógrado también se encontrará haciendo trígono, en este caso, a la actual conjunción entre Venus y Mercurio en Leo, lo cual nos habla de reprogramar proyectos, viajes o aventuras que favorezcan el disfrute de celebraciones, fiestas o vacaciones con la pareja, junto a hermanos o personas que, de alguna manera, se sientan como cómplices o compañeros.
Esto puede incluir, por ejemplo, asistir a festivales culturales, realizar viajes de graduación o por temas familiares, etc. Puede que, después de todo, ese exceso de trabajo y de esfuerzo nos permita disfrutar de mayor abundancia, que nos permita disfrutar más en compañía.
Pero sin duda, el aspecto más significativo de esta lunación es la cometa cósmica formada entre la oposición Luna en Capricornio/Sol en Cáncer, el gran trígono de agua entre ese Sol, Marte en Escorpio y Quirón retrógrado en Piscis y el gran trígono menor entre la Luna, Marte y Quirón.
Dicha figura planetaria nos brinda la oportunidad de elevarnos a través de algún proceso doloroso e incómodo y/o bien, de un poderoso trabajo de sanación espiritual a una experimentación más realista, práctica y madura de nuestro mundo emocional.
Aprovechemos pues esta oportunidad de maduración que nos brinda la vida y sepamos empoderarnos sobre nosotros mismos y sobre nuestros miedos y bloqueos internos para trascender las heridas y florecer más seguros y triunfantes ante las pruebas, los retos y metas que esta lunación nos ha propuesto y que no son más que una manifestación de la necesidad que tiene nuestro niño interior de crecer, sin por ello dejar de jugar y divertirse, pero sabiendo que puede hacerlo de forma madura, responsable, siendo consecuentemente creativo y consciente.
Consultora de Astrología y Tarot
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