La Luna llena es el momento de mayor efusión emocional, el sol ilumina totalmente la luna permitiendo aflorar todo aquello que se sembró con la finalización del ciclo lunar anterior y el principio del actual. La luz solar ilumina la psique, el alma se convierte en un territorio más accesible a los demás, de hecho, tendemos a relacionarnos y compartir más con los otros cuando hay Luna llena que durante el resto del ciclo lunar, por ello la luna llena representa entre otras cosas esa búsqueda de conexión con otros y sobre todo, ese proceso interior de armonización entre el principio masculino representado por el Sol y el principio femenino simbolizado por la Luna.
Algo en nosotros está buscando un equilibrio entre lo emocional y lo racional, entre lo sensible y lo lógico, entre lo inconsciente y lo consciente. El Sol pues, símbolo de lo consciente, nos muestra a través de ese espejo oscuro que es la Luna, todo lo que el inconsciente oculta, cual si de un espejo de obsidiana se tratase. En Luna llena, esta visión es más clara y más completa, por ello es un momento clave para tomar el pulso de nuestro mundo emocional, pues sentiremos todo con mayor intensidad, e intensidad es precisamente una palabra clave para esta Luna llena que tendrá lugar en el signo de Aries, conjunta a Urano, presentándonos una atmósfera de agitación, inquietud, necesidad de emprender cambios, asumir nuevos retos, mostrar el espíritu guerrero, la determinación, la capacidad de liderazgo y la valentía, bien ante situaciones colectivas en las que uno podría verse involucrado, o ante sorpresas y cambios repentinos que sacuden el mundo emocional o impactan en la psique de una forma especial.
Pero esto no es todo, lo más interesante de este Luna llena es que tendrá lugar un eclipse, que la hará oscurecerse para mostrarnos todo un cúmulo de emociones y pulsiones internas que habrán de ser reveladas para su integración y resolución durante los próximos seis meses, hasta que suceda el próximo eclipse lunar. Al ocurrir en el signo de Aries se revelarán temas profundos relacionados con la identidad personal, el sentimiento de autenticidad, el liderazgo, el emprendimiento, el impulso vital, la libido, así como emociones muy intensas como la ira.
Y todo ello vendrá asociado a esa conjunción con Urano que nos lleva al dominio de lo colectivo, pero también a esa actitud individualista, desapegada y cambiante. Situaciones erráticas y fuera de lo común pueden acontecer, hechos inesperados, o sorpresivos que nos removerán emocionalmente, esto será especialmente intenso para las personas que tengan puntos importantes de su carta en cualquiera de los signos cardinales: Aries, Cáncer, Libra o Capricornio.
Por otra parte y no menos importante, es de considerar que los eclipses lunares tienen una llamativa repercusión sobre los pueblos y este eclipse en particular presenta el caldo de cultivo para encender la chispa de alguna que otra revolución que esté latente en el inconsciente colectivo, ya que el componente Luna-Urano en Aries, enardece la rebeldía, el ansia de cambio radical y el deseo de renovación, la tendencia que se irá desarrollando a raíz de este eclipse será la de un ambiente de agitación y rebeldía colectiva, la gente está harta y encauzará esa energía de alguna manera. Unos lo harán de forma creativa, otros de forma destructiva, pero el todo es dar cauce a un cambio o ruptura con patrones obsoletos que han limitado la evolución individual y colectiva. Liberarse de lo que ya no resuena con uno es abrir la puerta a nuevas posibilidades y esto vale tanto a nivel personal como colectivo. Formas de ser y de hacer que ya no resultan, entornos que no nos permiten ser nosotros mismos, situaciones con las que no nos sentimos cómodos, quizá nos acostumbramos a ello, pero llega un momento en que hay que salir de la zona de confort, que no siempre es tan confortable como su nombre pareciera sugerir, es momento de replantearse cambios y hacer examen interno de nuestras más profundas motivaciones que son las que nos impulsan a esa renovación; ello estará muy relacionado a una propuesta o intención de reinventar o redefinir nuestra identidad personal y colectiva.
La Luna y Urano estarán conjuntos al Nodo Sur, por lo que algo habrá que soltar relacionado con la casa donde tenga lugar el eclipse y si bien, no soltar, rescatar o reorientar las energías, de cualquier planeta que esté situado en nuestro mapa a mitad de Aries, teñidas en este caso de energías de cambio, representadas por Urano allí, de manera que esos cambios puedan ser útiles a los fines del Nodo Norte, que acompaña a la Conjunción Sol/Venus en Libra, signo que hace referencia a asociaciones, relaciones, a la armonía, el diálogo, la diplomacia, la justicia, la igualdad, la cooperación, la búsqueda de la paz y el equilibrio, lo cual se ve remarcado por la presencia de Venus que está danzando placenteramente en uno de sus signos de regencia.
Sin embargo, es de considerar también la cuadratura en T de Plutón a esa oposición entre la conjunción Sol/Venus y la conjunción Luna/Urano, que como ápex de la misma, será el punto clave de la tensión que nos lleve a detonar esos cambios necesarios en la búsqueda de la armonía, la justicia, la paz, la alegría, el disfrute y el éxito compartidos.
Algo se ha estancado y hay que transformarlo, para que pueda seguir dando frutos, puede ser un país, uno mismo, una relación, un trabajo, una familia, un modo de vida, la carrera profesional, la salud, etc., la clave, en todo caso, es renovarse o morir, o más bien, morir para renovarse, siendo morir, transformar lo caduco en la materia prima de lo nuevo, rescatar aquello que aún está vivo y que puede ser de utilidad y dejar que lo demás caiga por su propio peso; es simple, lo que es ligero flotará, lo que no, se hundirá y resurgirá en la rueda del devenir de otra forma más depurada.
La vida todo lo reordena, así que confiemos en la gran cometa cósmica que teje el trígono, Júpiter/Marte, con el Sol y con esa loca conjunción Luna/Urano, sin olvidar ese Mercurio retrógrado que nos está sometiendo a reflexión y revisión de nuestras zonas más oscuras y traumas y complejos enterrados, con el objetivo de que ganemos mayor consciencia de nosotros mismos y salgamos fortalecidos y triunfantes de todo el proceso que se desencadenará.
Sobre todo es importante no dejarse abrumar por el stress, ser fuerte y valiente y renovar la energía en cada latido, enfocado en el objetivo más hermoso y noble, al que todo ser humano puede aspirar, ser feliz y hacer felices a otros.
Consultora de Astrología y Tarot
http://nathachaoura.blogspot.com.es/
La felicidad al igual que todo no permanece. Es impermanente. Independiente del estado en que me encuentro aspiro a estar en paz en todo momento.
BUENOS NOCHES,
Les agradezco infinitamente este oportunidad, por su buena gentileza, de amistad y de querer,ayudarme graciss gracias.