La Luna llena en Acuario que está por acontecer puede sorprendernos con sucesos inesperados, acontecimientos que se suscitarán de forma repentina para darle un vuelco a aquello que dábamos por hecho en alguna faceta se nuestras vidas.
Cuando la Luna llena ocupa el signo de Acuario florecen los cambios que hacen que aquello que estaba estancado o que ha llegado a su masa crítica prosiga su proceso evolutivo, pero no es un cambio que transcurra de forma lenta y progresiva sino más bien a manera de un salto cuántico.
Por ello, la principal necesidad que experimentaremos en esta lunación será la de renovarnos, romper con lo establecido, hacer algo diferente, encarar la vida con una perspectiva fresca y original y atender al llamado del impulso creativo para permitir que lo nuevo se manifieste en nuestras vidas.
Con la Luna llena en Acuario la tendencia será rehuir de la monotonía y precisando, de alguna manera, salir de nuestra zona de confort, si no hacemos consciencia de esta necesidad, ese impulso de ruptura con la costumbre y la rutina se manifestará a través de alguna situación inesperada o sorpresiva, que quizá pueda generarnos cierto grado de inquietud pero que no será más que una forma en que el universo responde a esa necesidad, latente en nuestro interior, de cambio y disrrupción.
Emocionalmente, es posible que encontraremos bastante agitados o inquietos, quizá expectantes, como si intuyésemos que algo diferente y excitante está por acontecer, puede que esto nos haga sentir nerviosos y nos genere cierta angustia o, por el contrario, que simplemente fluyamos ante los saltos emocionales a que esta Luna nos tiene acostumbrados y experimentemos el vértigo como un subidón que nos haga sentir revitalizados.
Acuario es ademas el signo vinculado a las revoluciones o cambios sociales, a los descubrimientos, la interconexión, las redes sociales y lo colectivo, así que es muy probable que veamos acontecimientos resaltantes en, al menos, algunos de estos ámbitos.
Dado que el dispositor moderno de este signo, el planeta Urano, se encuentra en el impetuoso y belicoso signo de Aries es muy posible que a nivel colectivo se vivan situaciones convulsas y, en algunos casos, violentas.
Este se encontrará retrógrado en este fogoso signo tan ligado al sentimiento de individualidad por lo cual es el tiempo perfecto para recordar que una verdadera revolución comienza por uno mismo, en su interior y hacer el debido ejercicio interno para vibrar en una frecuencia más elevada que resuene con aquellos cambios que deseamos ver.
Esta retrogradación conlleva, sin embargo, el riesgo de retrasos o aletargamiento en los cambios que de alguna forma se habían venido gestando hasta ahora, o bien, de tener que hacer una revisión de los mismos pero, aún así, nos ofrece la oportunidad de reafirmarnos desde una nueva perspectiva para poder de este modo reinventarnos.
Por si fuera poco, esta Luna llena en Acuario se encontrará eclipsada, por lo que puede representar el oscurecimiento o debilitamiento de algún pueblo o nación, generando como consecuencia la reafirmación del ímpetu revolucionario o libertario que venza la inercia a la que ha sido sometido y, a pesar de su desmoronamiento sea capaz de revelarse confrontándose a las medidas violentas que estarán representadas por la conjunción del Sol y Marte en el opuesto signo de Leo.
Al ser marte dispositor de Urano, puede deducirse que, a mayor intensidad cobren las revueltas o protestas mayor será el ensañamiento y la agresividad con que actúe quien detenta el poder para conservar su posición a toda costa.
No obstante, esta disposición energética también podría manifestarse a través de alzamientos de tipo militar que asistan al pueblo en su liberación.
Es de recordar que los sucesos detonados por los eclipses suelen desarrollarse a lo largo de unos meses, hasta que el próximo eclipse de la misma naturaleza, en este caso lunar, acontezca.
Sea como sea, un eclipse de Luna en Acuario promete acontecimientos significativos que remecerán los cimientos de algún pueblo o nación, representando algún tipo de crisis en ese lugar, ya sea de tipo económico, social o que provenga de alguna alteración de tipo climático o algún desastre natural, como podría ser algún terremoto, huracán, tornado o inundación, en resonancia con la energía acuariana, que implica ruptura, cambio radical y que está vinculada a los temblores, los vientos fuertes, las tormentas eléctricas y las lluvias torrenciales.
No obstante, teniendo en cuenta la conjunción del Sol y Marte en Leo, a la cual se confronta esta Luna, el elemento fuego podría también ser protagonista, ya sea que se trate algún volcán en erupción, un incendio, una ola de calor, etc.
Por otra parte, la presencia del dispositor tradicional de Acuario, Saturno, aún retrógrado, en conjunción a Lilith en el signo de Sagitario, nos remitirá a acontecimientos vinculados a los ámbitos político, religioso, filosófico, educativo, jurídico y a todos aquellos que tengan importancia a nivel internacional, los cuales cobrarán especial relevancia en esta Luna.
Saturno y Lilith en principio no se llevan bien, son energías que no tienen ningún tipo de afinidad, Saturno representa, entre otras cosas, las estructuras, el orden establecido, las normas, la planificación, mientras que Lilith simboliza la insumisión la rebeldía, el rehuir de aquello que nos somete, quizá en lo único que se pueden parecer es en su tendencia al retiro o aislamiento, pues Saturno es ermitaño por naturaleza y Lilith representa la proscripción, el exilio.
La conjunción de tales energías en el signo de Sagitario puede por tanto hacer referencia, entre otras cosas, a dificultades o retrasos para viajar, viajes por motivos de exilio político, rechazo de lo foráneo, escenas de racismo o de segregación de tipo político y religioso, represión política de aquellos que se rebelen al sistema, sometimiento de sectores políticos de oposición a las estructuras del sistema por intereses o estrategia política, conformación de organizaciones antisistema. Represión de ideales políticos o religiosos que amenacen con alterar el orden establecido.
Igualmente, podría vislumbrarse una marcada tendencia al adoctrinamiento político, religioso y/o filosófico que puede generar por contraparte el surgimiento de estructuras educativas alternativas que desafíen tales condicionamientos, así como también el rechazo hacia la política, la religión e ideales de los que intentaremos alejarnos por considerarlos represores, limitantes, retrógrados, obsoletos o, simplemente, un fracaso.
Pues eso, que esta Luna será movidita y un buen momento, sin embargo, gracias al eclipse, para reconocer la sombra de lo colectivo y de qué manera nuestra idiosincrasia a veces puede jugarnos en contra, y otras, ser un valioso tesoro que nos puede hacer renacer ante circunstancias difíciles y limitantes.
Sea como sea, la Luna en Acuario nos recuerda que en la unión está la fuerza, para bien o para mal, todo dependerá de cual sea nuestro propósito y nuestra motivación en común, de si responde a fines egoístas o a un noble ideal, como puede ser la libertad.
Es una Luna también para conectar con los amigos y recordar que son esa familia con la que hemos formado grupos de afinidad o que hemos adoptado en el alma por alguna extraña razón o sincronicidad del destino, quizá porque nos aportan ese aire de novedad y nos sacan de la zona de confort, algo muy propio del signo de Acuario.
En otro orden de ideas, puede que en el núcleo familiar propiamente ocurran cambios radicales o alguna situación inesperada, o bien, que la relación familiar esté atravesando una etapa bastante distendida, desenfadada y desapegada, conservando, no obstante, un aire amistoso.
También puede estar en el tapete alguna mudanza o remodelación de casa o local, o experimentar algún tipo de alteración que, de alguna manera, eclipse ese lugar al que nos habíamos habituado, para convertirlo en algo diferente.
El cambio implica desapego, soltar lo viejo para que lo nuevo pueda emerger, esa es la actitud que facilitará el transitar por esta Luna, mientras más nos aferremos a aquello que se ha hecho costumbre y que manifiesta una necesidad de cambio, más doloroso o incómodo será. El cambio es una cualidad intrínseca de la naturaleza sin la cual no habría evolución.
Acuario es también el signo de la sabiduría, de la genialidad, del cambio de paradigmas, de la universalidad y del despertar de la conciencia, este nos puede hacer abrir los ojos a una nueva realidad, tanto como devolvernos en un instante a nuestra original naturaleza, y todo en una especie de salto cuántico revelador que no es más que el resultado de un largo proceso podría decirse más bien de naturaleza escorpiana que, gestándose en lo más profundo, finalmente abre paso a la irrupción de la energía acuariana que hace erupción, brinca, eclosiona, transportándonos a un mundo nuevo, o bien, a una nueva forma de percibir el mundo.
Esto no se consigue haciendo muchos talleres o leyendo muchos libros de autoayuda, sino mirando hacia adentro con esa curiosidad y frescura de quien quiere descubrir el universo para soltar todo aquello que creyó ser hasta ese entonces dejando espacio a la revelación de la original naturaleza del Ser.
Como siempre la Luna llena en Acuario, será una excelente oportunidad para ello.
Consultora de Astrología y Tarot
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