Desde tiempos inmemoriales la humanidad ha tornado su vista hacia el cielo en busca de respuestas a sus preguntas y soluciones a sus problemas, inquietudes, desesperaciones y angustias cotidianas. La Luna, con su enigmática cercanía a la Tierra, ha sido respetada, interpretada, venerada, desconocida, observada, pero nunca ignorada por los pueblos milenarios.
Los mayas, los aztecas y los incas medían el tiempo de acuerdo con sus ciclos. Algunos pueblos la adoraban y otros pueblos la veneraban. Independientemente de sus interpretaciones, todos los pueblos dedicaron su tiempo a conocerla y a interpretar su influencia en diferentes ciclos de la vida.
En la agricultura los conocimientos milenarios han sido trasladados y convertidos en prácticas cotidianas. En este libro elaborado por Jairo Restrepo, se recopilan y presentan informaciones desde el entendimiento de la Luna y la división del tiempo, las interpretaciones de su origen, el reconocimiento de la influencia de las fases lunares en los ciclos de las plantas y en los animales, así como en el mar.