Puesto que en el ciclo de la lunación se da una importancia capital a su comienzo, a la Luna Nueva, es evidente que la Luna Nueva anterior al nacimiento debe de llamar nuestra atención.
La polaridad Sol-Luna es la de la vida, teniendo como base los instintos y el sexo. Su manifestación es inconsciente a nivel vegetal y animal, pero se vuelve consciente en el hombre. El hombre puede sublimar y transfigurar el sexo en amor libre, claro, idealista. A nivel Soli-Lunar el hombre realiza la espiritualidad en la experiencia de la dualidad -La Luna Llena, símbolo del equilibrio perfecto de todas las polaridades de la vida. A partir de la Luna Llena se desarrollan todas nuestras innumerables actividades culturales y también los procesos variados de auto expresión y de maduración psico-mental. La Luna Nueva representa el comienzo de todo lo que pertenece al terreno de la actividad espontánea e instintiva, de todo lo que representa una expresión de vida orgánica del cuerpo.
El hecho fundamental es pues, que todas las manifestaciones de la “vida” son en principio expresiones obstaculizantes de alguna “fatalidad”. Así la Luna Nueva antes del nacimiento se refiere a la expresión de energía vital inherente al organismo de una persona, a su naturaleza biológica. Cuando hablamos de “naturaleza” queremos decir que, en la persona, hay una síntesis del pasado, de su herencia ancestral, que está a disposición de la identidad que se encarna para manifestarse. La Luna Nueva anterior a cualquier acontecimiento (nacimiento de una persona, de una nación, de una institución, de una carrera, de una asociación, etc. …) es un símbolo de la naturaleza, lo que representa la fatalidad, o filosóficamente el karma, el acontecimiento. Representa el resultado de todas las acciones pasadas en el universo, anteriores al acontecimiento. Pero esto no es un factor pasivo; es el momento o el impulso del pasado que producirá inevitablemente contrariedades nuevas, a menos que un poder espiritual no introduzca un factor “creador” en la sucesión “kármica” de causas y efectos.
El tema de la Luna Nueva anterior a cualquier acontecimiento representa de este modo las tendencias “naturales”, kármicas, que lo condicionan. La aplicación concentrada de este impulso vital kármico se produce en el grado de la Luna Nueva. Este tema va a “determinar” el futuro del acontecimiento a menos que, como ya hemos dicho, algún factor espiritual creador no llegue a expresarse en y por éste acontecimiento y no rompa así la cadena de causalidad o de fatalidad. En este caso, el tema de la Luna Nueva va a “condicionar” solamente el futuro. Entre determinismo y condicionamiento hay la misma diferencia que hay entre una vida dominada por la fatalidad y una vida en la que la libre voluntad del hombre puede llegar a transformar. Sin embargo, el libre albedrío es “condicional” o condicionado por la situación natural producida por la inercia del pasado que se convierte automáticamente en presente.
El tema de la Luna Nueva nos muestra el surgir del pasado racial, nacional, individual, en el presente. Por el contrario el tema del nacimiento nos muestra la “potencialidad” de influencia de un factor espiritual transformador de este surgir. El tema de nacimiento “no muestra” si una persona va a poder transformar el designio kármico; muestra lo que “podría” transformarlo “si” este factor transformador actúa “dentro de las condiciones” establecidas en el pasado.
El tema de la Luna Nueva anterior al nacimiento no es el único elemento que muestra el surgimiento del pasado dentro del presente. El estudio de las progresiones conversas y quizás el tema “prenatal” pueden demostrar de forma más precisa cómo las fuerzas kármicas actúan para determinar o condicionar la vida de una persona.
Se puede comprender ahora mejor por qué la fase de la lunación de nacimiento es tan importante. Representa la relación que existe dentro de la personalidad entre la fatalidad determinada por la naturaleza (tema de la Luna Nueva), y la potencialidad de actos creadores (tema natal). He aquí por qué un nacimiento en Luna Nueva indica una vía donde la voluntad creadora del individuo se identifica con la fatalidad, con el destino. Por el contrario, un nacimiento después de la Luna llena muestra más posibilidades de transformar el karma a través de actos individuales. Un nacimiento próximo a los “Cuartos” de la Luna parece indicar una marcada lucha entre obstáculos orgánicos y el libre albedrío individual, una vida de crisis o de conflictos psicológicos.
Para establecer el tema de la Luna Nueva antes del nacimiento debemos establecer el grado exacto de esta Luna Nueva (29 días máximo y 1 como mínimo antes del día del nacimiento) y a partir de este grado alzar el tema “solar”. Dicho de otro modo, poner el grado de la Luna Nueva como “Ascendente” y cada Casa de 30° en el zodíaco a partir de ese Ascendente. Por ejemplo, una Luna nueva antes del nacimiento a 16° de Tauro dará un tema con el Ascendente a 16° de Tauro; la Casa 2 a 16° de Géminis, la 3 a
Rudhyar ha destacado, en el tema de la Luna Nueva, la importancia que tiene la Casa en la que recae, el Ascendente del tema natal. Por ejemplo, en el caso anterior (Luna Nueva a 16° de Tauro), el Descendente está a 16° de Escorpión, la casa 8 a 16° de Sagitario, la 9 a 16° de Capricornio, etc. … El Ascendente del tema natal estando a 29° de Sagitario se encuentra también en la casa 8 del tema de la Luna Nueva. Según Rudhyar, la Casa que contiene el Ascendente natal revela el departamento de energía vital que alimenta y sostiene el esfuerzo personal de autorrealización. Dicho de otro modo, en este caso la ipseidad (Ascendente) está alimentada y sostenida por una capacidad innata de acción regeneradora ( Casa 8 ).
Rudhyar utiliza el mismo razonamiento para la posición del MC natal dentro de una Casa en el tema de la Luna Nueva. En este caso, no es la ipseidad, pero sí el punto de responsabilidad pública y de poder colectivo que está alimentado y sostenido por el tipo de energía de la Casa donde va a caer el MC natal. En el ejemplo citado, el MC natal cae en el sexto sector del tema de la Luna Nueva.
Esto puede querer decir que en actividades socio-profesionales y eventualmente en sus esfuerzos para colmar su función en el seno del gran todo, esta persona está sostenida por su capacidad innata de mejorar constantemente su expresión, su liberación de energía, y de trabajar con dedicación y dentro de un espíritu de servicio. 16° de Cáncer, y así sucesivamente. Colocar los planetas en las Casas según las posiciones del momento (día y hora de la Luna Nueva).
Fuente: Libro “Las múltiples caras de la Luna”, astrología humanística. A. Ruperti y M. Cavaignac. Editorial Índigo. Barcelona.
Muy interesante ! me gusta ! Gracias
Caray, qué escrito tan esclarecedor. Como bibliófilo, me gusta que rescatéis libros interesantes. Se aprende mucho en vuestra página. Gracias.