Me gustaria vuestra interpretación;gracias
Buenas, Marta,
De principio decirte que la mayor acumulación de tus planetas están en signos de fuego y aire, y mutables. Esto indica que tienes una personalidad con iniciativa, vitalidad y entusiasmo, y que eres de mente abierta, solidaria y adaptable a las circunstancias.
En cuanto a tu carácter, el planeta dominante del mapa, situado a 1 grado del Medio Cielo, es Neptuno, que nos habla en este caso de un espíritu humanitario, místico, espiritual, con interés por ideales elevados y por el arte, en especial la música (sextil Venus) y una gran imaginación (trígono Luna). Este planeta, dominante desde una casa angular, influye enormemente en tu personalidad, y los demás verán sus cualidades reflejadas claramente en ti.
Tienes el Sol en Acuario, un signo amistoso, de mente abierta y avanzada, rebelde o excéntrico en ocasiones, que gusta de aprender tanto estudiando como hablando o viviendo experiencias rodeado de gente, aunque a veces sienta que no encaja en su entorno. Estas cualidades las apoya el planeta Urano (sextil Sol desde IX) que tiene una energía muy afín al signo de Acuario, y el propio regente del signo, Saturno, situado en Sagitario: un signo de ideales elevados, independencia, optimismo y sabiduría.
El signo ocupa prácticamente toda la casa XI, lo cual sería un indicativo de que tu entorno y amistades comparten estos intereses de libertad, progreso, independencia e intelecto.
El Sol, además de ser predominante en el mapa por estar conjunto a la cúspide, también está conjunto a los dos benéficos, Júpiter y Venus -volveré sobre ellos más adelante- lo cual acentúa aún más las cualidades de Acuario y su facilidad para expresarlas. Estas cualidades, al igual que las de Neptuno, se apreciarán claramente en ti a simple vista.
Otro importante significador del carácter es el Ascendente, que en tu caso es Aries, encontrándose su regente, Marte, en otro signo de Fuego, Sagitario, en casa VIII. Aries incide en lo que comentaba anteriormente con respecto a la iniciativa, a que te gusta mantenerte activa, a que si tomas una decisión o quieres algo, vas a por por todas. Otorga dotes de mando, entusiasmo e independencia. Esto lo confirma la presencia de Marte en signo de Fuego.
Marte está conjunto a Saturno, que a veces ejerce de freno al ímpetu de Marte. Cuando Marte quiere avanzar, Saturno pone los pies en la tierra. Es posible que por este motivo se den “tiras y aflojas” continuos en este sentido, pero seguramente Marte se saldrá con la suya la mayor parte de las veces -salvo en temas relacionados con la casa VIII- al estar su domicilio en el Ascendente y encontrarse la mayor acumulación de planetas en signos de Fuego y Aire.
Siguiendo con tu personalidad, otro importante significador es la Luna, que en tu caso está en la casa I en el signo de Aries. La Luna en Aries es un indicador de independencia, de libertad, de ambición, de valentía, y más aún cuando se encuentra en la primera casa. Su oposición a Plutón alimenta aún más las ganas de aventuras. Pero la energía Lunar y Marcial (regente de Aries) no son afines, lo cual podría dar lugar a explosiones de ira o ansiedad en momentos de enfado y también el ser impaciente o caprichosa. En cuanto a la salud, pues está en casa I, de existir problemas estarían probablemente relacionados con la cabeza (migrañas o jaquecas) pero no serían demasiado graves dados los buenos aspectos que recibe de los benéficos Venus y Júpiter por sextil. Otros buenos aspectos que recibe y resaltan partes de tu personalidad son los trígonos de Urano en IX (originalidad, búsqueda de experiencias nuevas) y de Neptuno en el Medio Cielo (Intuición e imaginación).
El Parte de la Fortuna destaca en el mapa desde la cúspide III y el signo de Géminis, lo cual es un indicador de que si pones de tu parte, todo lo concerniente a la expresión, las relaciones, las interacciones o transacciones de cualquier tipo resultarán muy fluidas, pero exigirá un esfuerzo por tu parte ya que su regente, Mercurio, está en mal estado cósmico en Piscis y además la Fortuna recibe malos aspectos por parte de Urano y Saturno.
Este Mercurio en Piscis no ayuda mucho en cuanto a expresión, pero sí te aporta mucha imaginación y flexibilidad en tus opiniones además de una mayor facilidad para el estudio de temas ocultos o misteriosos. Mercurio se encuentra en la casa XII en conjunción con Venus, que se exalta en este signo. Esta Venus incide en la bondad y fraternidad que ya apuntaba el Sol conjunto a ella desde Acuario y en ciertas ocasiones busca la paz y tranquilidad en medio de toda la actividad que ejercen los signos de fuego y aire en el mapa. Al ser ésta una casa de retiro, es posible que la energía de Venus en cuanto a sensualidad y sentimientos no se exprese tan abiertamente como se esperaría de una Venus exaltada, pero sí contribuye a aumentar los sentimientos de compasión y dedicación hacia los demás.
En este sentido iría también la energía de Júpiter, regente de Piscis, situado en Acuario en casa XII, que daría aún más forma a tu espíritu humanitario y señalaría tu participación en labores de ayuda o caridad. Además ejerce aquí una protección sobre los enemigos y enfermedades graves, apoyado una vez más por su conjunción con Venus. También dará protección y éxito en todas las actividades relacionadas con la ayuda al prójimo, ya sea de manera voluntaria o en el ámbito laboral.
Pasando a la casa VII, de las sociedades y el matrimonio, el signo de Libra en la cúspide con su regente, Venus, exaltada, indica la búsqueda de una relación o pareja inteligente, justa, equilibrada, sociable, humanitaria y atractiva. Para que la relación se sostenga en el tiempo existe la necesidad de que sea profunda al máximo nivel, que se comparta todo, hasta lo más íntimo, y la necesidad de entregarse el uno al otro por completo de una manera intensa y pasional. Si la pareja no tiene estas cualidades de Escorpio, que también ocupa esta casa, apoyadas por la presencia de Plutón en este signo, el compromiso no funcionará. Plutón está retrógrado, así que seguramente esta intimidad profunda con la otra persona resulte difícil de alcanzar y haya que trabajarla.
La casa VIII también apunta en este sentido, ya que entre otras cosas es la casa del deseo sexual y en la que nos fundimos con la otra persona, y Escorpio se encuentra en su cúspide. También apoya esta idea la cuadratura de Marte en casa VIII con Venus en XII (pasión y deseo).
La presencia de Saturno en VIII podría indicar dificultades u obstáculos en las relaciones a la hora de abrirse totalmente al otro o por reprimir los instintos (Marte en VIII y Plutón en VII), que pueden deberse a heridas arrastradas desde la niñez. Además su presencia inclina a pensar en profundas transformaciones a través de cambios y duras pruebas. Aunque estas transformaciones son dolorosas, se superan gracias a la determinación de Marte y al signo mutable de Sagitario y su adaptabilidad.
Urano en la casa IX indica además de una mente abierta e ideas originales y progresistas que se defienden a capa y espada, la posibilidad de viajes largos y un gusto por ampliar horizontes, sobre todo visitando otros países, descubriendo nuevas culturas o ideologías. Esto lo apoya en parte la presencia de Neptuno en casa IX ya rozando la cúspide de la X: comparte con Urano un ideal elevado, aunque probablemente utópico. También el aspecto sextil de Venus indicaría una personalidad espiritual y amistades de la misma naturaleza volviendo a confirmarlo Mercurio, también en sextil, y la Luna por trígono, como comenté anteriormente.
Su posición sobre la cúspide de la X indica la posibilidad de que no tengas una idea clara de cuál es tu propósito, tu vocación, a qué dedicar tu vida al fin y al cabo. El signo en la cúspide, Capricornio, indica que podría ser un cargo de responsabilidad que conllevaría mucho esfuerzo, pero se alcanzaría el éxito finalmente tras un ascenso lento. En este sentido sería necesario seguir los consejos de Capricornio y ser perseverante, metódica y responsable.
Para terminar, el Nodo Norte en Tauro, el aprendizaje que vienes a vivir en esta reencarnación, está relacionado con aprender a ser independiente y estable emocional y económicamente, y con abandonar los conflictos y la intensidad en las relaciones, tanto con los demás como contigo misma, para desarrollar confianza y seguridad.
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