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VENUS: EL SENDERO HACIA LA INMORTALIDAD
El maestro Cranach representó a Venus según la descripción que de ella hace la Iliada de Homero: ataviada únicamente con su dorado cinturón mágico en el que están grabadas las artes de la fascinación erótica: Coquetería, Afecto, Parloteo, Seducción e Impaciencia, son cinco artes, porque el cinco es el número sagrado de la diosa.
Y no sólo porque cinco es el número de brazos de su estrella de los mares y cinco las semillas de su tentadora manzana
Sino porque cada 8 años (que son 8 órbitas de la Tierra y 13 órbitas de Venus), ambos planetas se encuentran alineados 5 veces en sus puntos más cercanos, se trata de los tránsitos de Venus por delante del Sol. Los cinco puntos en los que se ambos planetas encuentran son equidistantes y forman los vértices de una estrella de cinco puntas.
Ése es el motivo por el que el número de Venus es el 5.
El 5, el 8 y 13 son números que pertenecen a la “sucesión de Fibonacci” ya que cada uno de ellos, dividido por el anterior, da un resultado que tiende al número “Phi”, el de la proporción divina, el “número áureo”, el de la perfección armónica.
Las artes amatorias, por ser un regalo de placer, implican una exploración de la fantasía y la creatividad que lleva a convertir la libido en poesía, en perfección armónica.
La armonía es la misma esencia de Venus, que se refleja tanto en su ciclo astronómico como en todo aquello que le está consagrado.
Adela Ferrer
Astróloga autónoma
http://www.adelaferrer.es/
Fuente: http://astrologosdelmundo.ning.com/profiles/blogs/venus-y-la-armon-a