En el Universo todo está dispuesto según un orden divino, emanado de una inteligencia cósmica que todo lo interpenetra y fundamenta, pues está presente en toda la creación a la cual ha dado cauce. Este orden puede ser observado en la naturaleza, tanto a nivel macrocósmico como microcósmico, pues nada escapa a tal inteligencia.
El zodiaco es un ejemplo maravilloso de dicho orden universal pues en su estructura podemos distinguir un sentido cíclico lógico que lo convierte en un ronda evolutiva donde deviene la conciencia a mostrar todos los colores y matices del vitral cósmico, aquel donde el sol y los planetas discurren su danza y nos deleitan con su juego matemático perfecto, que resuena en nuestras vidas como expresión de lo infinitamente grande en lo infinitamente pequeño.
En este sentido, de acuerdo al ordenamiento energético presente en la ronda zodiacal ha sido posible establecer criterios de clasificación de los signos que la conforman, ayudándonos a comprender mejor su naturaleza.
Existen dos criterios fundamentales de clasificación de los Signos Zodiacales, a saber:
De acuerdo a su ELEMENTO O TRIPLICIDAD
Entre las leyes universales, de las cuales nos habla el Kybalión, hay una llamada Ley o Principio de Vibración, la cual nos dice: “Nada está inmóvil; todo se mueve, todo vibra”.
Es así que la energía puede presentarse de muchas maneras de acuerdo a su estado vibratorio, más denso o más sutil, dando origen a lo que conocemos como los estados de la materia y a los elementos.
Desde la tradición, tanto occidental como oriental, los sabios ya nos hablaban de los elementos y sus propiedades. Personajes como Empédocles, Aristóteles, Hipócrates y Agripa hacían referencia a estos concediéndoles una importancia fundamental en el estudio de la naturaleza de las cosas y los seres. En la antigua China, Japón y en India también eran mencionados como parte esencial de su sabiduría, que se conserva hasta el día de hoy a través de su medicina tradicional y en diversas enseñanzas filosóficas y espirituales.
Sabemos que existen cuatro elementos fundamentales y los podemos apreciar en la naturaleza energética de los Signos Zodiacales, así como en la actitud esencial ante la vida que manifiestan los nativos de cada uno de ellos.
Así encontramos las siguientes tipologías, de acuerdo al elemento al que pertenecen:
Signos de Fuego: Aries, Leo, Sagitario.
Su dominio es el plano del espíritu, de la acción
Los Signos de fuego se caracterizan por su naturaleza impulsiva, expansiva, autoexpresiva, ardiente, vital, que afronta las situaciones de la vida con entusiasmo, dinamismo y determinación. Suelen ser impacientes y extrovertidos, voluntariosos, apasionados y luchadores. Van de frente ante los retos que se les presentan en el día a día, siendo capaces de asumir riesgos de forma impetuosa y valiente. Tienen metas claras y definidas, saben lo que quieren y van a por ello.
Signos de Tierra: Tauro, Virgo, Capricornio.
Su dominio es el mundo físico o material
Estos signos tienden a la solidez, a la estabilidad, a lo formal, a actuar de manera práctica, comedida, sensata y lógica. Para ellos el pragmatismo es el hilo conductor de la vida, permitiéndoles concretar todo aquello que se proponen gracias a su esfuerzo, paciencia y tenacidad. Seguros de sí mismos, son los grandes realizadores o manifestadores en el plano físico, dando estructura o forma a las ideas que ellos mismos u otros puedan tener. Su actitud vital es realista y más bien racional, permitiéndoles cumplir con gran variedad de objetivos, pues saben enfocarse en la concreción de sus ideas. Tienden a la rigidez y la inercia, siendo de reacción lenta, pero contundente. Poseen un alto sentido del deber y la responsabilidad y su fuerza radica en su concentración y resistencia.
Signos de Aire: Géminis, Libra y Acuario.
Su dominio es el plano mental
El aire se caracteriza por su movilidad, y es precisamente esa la principal característica de estos signos, volátiles e inestables. Destacan por su inquietud intelectual, sus habilidades sociales y comunicativas, sus ideales y una actitud objetiva ante la vida. Su presencia siempre es estimulante e interactiva. Al igual que los signos de fuego, son expansivos y extrovertidos y tienen la capacidad de avivar a los primeros, aunque sus metas no suelen ser tan claras como las de estos y están sujetas a cierta fluctuabilidad emocional, sería algo así como: “tengo relativamente claro quién soy, pero como soy cambiante, no sé muy bien a donde voy”.
Signos de Agua: Cáncer, Escorpio, Piscis.
Su dominio es el mundo emocional
Los signos de agua destacan por su naturaleza emocional, sensible y profunda. Sus características fundamentales son la receptividad, el despliegue, la fluidez y la adaptabilidad. Introspectivos y misteriosos, su personalidad está intensamente coloreada por los matices de su mundo interior, el cual tiende a ser convulso y variable, haciéndoles más susceptibles y vulnerables ante los avatares de la vida que el resto de los signos. Subjetivos y sensibles, abordan sus metas u objetivos con intensidad, de forma apasionada, precipitándose a veces en su búsqueda, pues la emoción es el motor de su existencia y les impulsa a buscar la intensidad, pero siempre en el riesgo de hundirse en sí mismos, perdiendo con frecuencia el sentido de quienes son realmente, pero desarrollando una personalidad sabia en el intento de encontrarse. Poseen un psiquismo muy desarrollado que les permitirá guiarse por la vida a través de su intuición, sorteando así los retos cotidianos.
Además de estos cuatro elementos de la naturaleza, existe un quinto elemento, llamado Éter, Espíritu o Akasha, a través del cual todo se decanta en el plano material y que constituye la quinta esencia de los demás elementos.
De acuerdo a su CUALIDAD O CUADRUPLICIDAD
De acuerdo a la misma ley o principio de vibración, la energía puede manifestarse en diferentes estados, respondiendo a la vibración que experimenta. Podemos encontrar un ejemplo de esto en los estados físicos de agua, que puede presentarse de forma líquida, sólida o gaseosa mostrándonos diferentes formas de expresión del mismo elemento.
Esto mismo ocurre con los demás elementos, que nos muestran diferentes formas de manifestación, variando su intensidad, pudiendo mostrarse como energía potencial, como energía intensificada y conservada o como energía variable. Esto da origen a una clasificación basada en las cualidades de los elementos y divide los signos en cardinales, fijos o mutables.
Signos Cardinales: Aries, Cáncer, Libra, Capricornio.
Se caracterizan por su iniciativa, orientación, actitud proactiva y por ser la forma primordial de manifestación de cada elemento, correspondiendo al inicio de las estaciones.
El énfasis en estos signos en un mapa natal hace a la persona auténtica, emprendedora, constructiva y determinada, gustándole ser considerada siempre en primer lugar y estar en la avanzada, ser la propiciadora de las situaciones y dirigir su energía hacia la consecución de sus fines.
Signos Fijos: Tauro, Leo, Escorpio, Acuario.
Estos signos, que corresponden al apogeo de las estaciones, se hacen notar por su esfuerzo sostenido y su naturaleza exhibe el matiz de la preservación y un carácter obstinado y persistente. Esto es evidente en las personas que tienen énfasis en ellos, que son más bien desarrolladoras y conservadoras que emprendedoras. Su propósito es optimizar aquello que ya está creado, haciéndolo más eficiente e intensificándolo, para que muestre su máximo potencial.
Signos Mutables: Géminis, Virgo, Sagitario, Piscis.
Correspondientes al final de las estaciones, representan un estado de transición, en el cual la energía es inestable, pudiendo pasar de una forma de expresión a otra.
Un énfasis en estos signos confiere adaptabilidad, flexibilidad y versatilidad, decantando a la persona por una actitud cambiante, moldeable según las circunstancias, en aras del desarrollo y la renovación de las formas establecidas, esto puede ser comparado con el fruto que contiene las semillas, o con el vapor de agua que es susceptible de condensarse y precipitarse como líquido; los signos mutables pueden ir de lo más complejo a lo más simple o de algo simple a algo complejo para darle un sentido mayor de evolución, tal es la función de estos signos, servir de medios para el cambio.
Consultora de Astrología y Tarot
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Hola, tengo dudas con los subtítulos,
Los elementos son 4, así que hablaría de la capacidad de la energía de cuadriplicarse y
Las cualidades son 3 o la triplicidad de la energía.
o es que se refieren el numero de signos que cada elemento o cualidad tiene?
gracias