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LAS ESTRELLAS FIJAS Y LAS CONSTELACIONES
Siguiendo pues con Manilio, para justificar los aforismos acerca de determinados influjos de las estrellas, supongamos por ejemplo, las de la constelación de la Lira, nos remitiremos a la mitología que se asocia a esta constelación.
La Lira celeste se relaciona mitológicamente con el instrumento de Orfeo, el que con sus melodías amansaba a las fieras
y con el que fue capaz de adormecer al Cancerbero para penetrar en los mismísimos infiernos para rescatar a su amada Eurídice.
La Lira es también el instrumento que construyó un jovencísimo Hermes usando el caparazón de una tortuga.
Al tratar de una persona que nace cuando la constelación de la Lira asciende, comprobamos que lo que dice Manilio en su Astronomica tiene indudable relación con el mito:
“de ella [la Lira] procederán cualidades relacionadas con la voz, cuerdas sonoras, flautas de diversas formas con sonido melodioso y todo lo que habla por medio de las manos y es movido por el soplo… en medio de las preocupaciones entonará algún canto secreto modulando la voz…. para agradar a sus oídos… siguiendo los dictados de la Lira que dirigirá sus puntas hacia los astros cuando surja el grado (número del grado) de la Balanza.”
Así podía ver el cielo Manilio desde Roma en el año 10 de nuestra Era:
La constelación de Lira señalada en rojo con su estrella alfa surgiendo por el NE. En amarillo, la constelación de Balanza.
Y estos serían los ángulos de la carta astral de ese instante (14-1-10. 0:29h Roma):
Efectivamente, nos encontramos con una persona que nace con la estrella Vega ascendiendo y cuyo Ascendente zodiacal es Libra, algo muy lógico y adecuado para un cantante o un músico que use instrumentos de cuerda –la Lira- o de viento (ascendiendo zodiacalmente un signo de aire) y que module los sonidos para agradar y consolar.
Pero aún dice más Manilio acerca de la Lira y lo hace para glosar qué cualidades confiere cuando culmina, cuando se halla en el MC.
“Cuando la constelación de la Lira llegue al amplio cielo, surgirán investigadores de crímenes y castigadores de acusados, quienes pondrán al descubierto los delitos buscando las pruebas, y llevarán a la luz lo que se oculta en el silencio del engaño. También surgen el inmisericorde torturador y el verdugo, así como todos los que favorecen la verdad, los que odian el delito…”.
Aquí ya nos despista un poquito, puesto que bien poco tienen que ver estas cualidades y profesiones con la mitología asociada a la constelación de la Lira
Quizá podamos intuir el motivo por el que Manilio le atribuye tan dispar influencia a Vega (o a las estrellas de la Lira) según el ángulo en el que se encuentren, si observamos el cielo que se veía en la época del poeta. Veamos el cielo de Roma en el año 10 en un momento en el que Vega culminaba en el MC:
En rojo, señalada la constelación de la Lira, con Vega culminando.
En el Ascendente está la constelación de Piscis, el signo de lo oculto y la intriga; en el MC, la de Sagitario, el signo de los que aman la verdad y en el Descendente encontramos la cosntelación de Virgo, el signo más detectivesco.
Aquí tenemos la carta astral –sólo el zodiaco- de ese instante (24-1-10. 9:38 h. Roma):
Adela Ferrer.
