Seguimos en Biblioteca Astrología con la 5ª Parte de la serie de artículos de Adela Ferrer sobre los orígenes de las estrellas fijas en el Medio Cielo. Esta vez el artículo va sobre Alpherat, por lo que os recomendamos descargar el libro de Vivian Robson (si no lo tenéis ya descargado) y leer qué dice sobre esta estrella en su culminación.
Descargar: LAS ESTRELLAS FIJAS Y LAS CONSTELACIONES, de Vivian Robson.
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Siguiendo con el Astronomicon de Manilio y sus paranatellontas (o salidas y culminaciones simultáneas), vamos a detenernos ahora en otra estrella y consideraremos su muy diferente significado dependiendo del lugar en el que se halle.
En este caso de la constelación de Andrómeda, aquella princesa que, víctima de la impiedad de sus padres, debía ser sacrificada al monstruo y que, tras ser rescatada por Perseo, se casó con su héroe y fueron felices.
Alpherat, la estrella alfa de Andrómeda (la que ocupa idealmente la cabeza de la mujer celeste), tal y como se puede deducir de su mito-cuento de hadas, otorga éxito, honores y dignidades y, especialmente, amor y armonía doméstica. Así se afirma que sucede cuando la hallamos culminando, en el MC.
Y así se podía ver el cielo desde Roma en la época de Manilio con la estrella Alpherat en el MC:
Alpherat rodeada por un cuadrángulo rojo. Por debajo de ella y también culminando, la constelación de Piscis (en una elipse amarilla)
Esta era la carta astral en aquellos años cuando culminaba Alpherat.
Es decir, que asciende Cáncer, un signo muy familiar hogareño; culmina Piscis, exaltación de la amorosa Venus; mientras que al Oeste se va Capricornio, un signo saturnino sí, y por ello muy propicio para que el nativo se decante por la tradición y la garantía de estabilidad en cuestiones matrimoniales.
Sin embargo, si en lugar de encontrar a Alpherat culminando, la encontramos ascendiendo, esto dice Manilio:
“Los que nacen en el momento en que Andrómeda aparece serán despiadados, ejecutarán las condenas y serán guardianes de las terribles cárceles; ante su arrogante presencia las madres yacen postradas en el umbral de sus desgraciados hijos. Ésta es la imagen del verdugo…
el cual toma con frecuencia el hacha para la ejecución y obtener así su renta y que podría por tanto contemplar a la muchacha colgada de las rocas…”
Veamos el cielo de Roma al aparecer Alpherat
La constelación de andrómeda a la izuierda, señalada en un cuadrángulo rojo con la estrella Alpherat en un óvalo también rojo. Al Sur, o MC, centrada y en un círculo amarillo, la constelación zodiacal de Escorpio.
Esta es la carta levantada para el momento de la aparición de Alpherat en Roma en esos años.
Se aprecia que, al aparecer Andrómeda por el horizonte, el MC está ocupado por el signo de Escorpio, más afín a la profesión de verdugo que le atribuye Manilio.
Adela Ferrer