Traducidos del latín al francés por Albert Poisson.
Las ciencias actuales son hijas de ciencias misteriosas cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos, la alquimia es la madre de la química, la astrología ha precedido a la astronomía, en la base de las matemáticas se encuentra la cábala y la geometría cualitativa, en el principio la historia se confunde con la mitología, la medicina fue enseñada a los hombres por un dios. No se conoce bien una ciencia sino cuando se sabe su historia.
Desde la idea madre que funda la ciencia hasta nuestros días, ¡cuántos esfuerzos incesantes, cuántos tanteos! Aprovechamos trabajos de nuestros predecesores despreocupadamente, sin pensar en la suma enorme de trabajo físico e intelectual que han gastado para despejar el camino. Muchos han implicado su vida, gastado su fortuna, renunciado a los placeres y a los honores por amor a la ciencia. ¡Cuántos han muerto mártires afirmando hasta el último aliento la verdad eterna!
Es el caso de Roger Bacon, perseguido toda su vida por monjes ignorantes, es la sabia Hipatia lapidada por el populacho de Alejandría, es Averroes lanzado a la prisión y luego exiliado, por haber insinuado ideas contrarias al Corán, es Bernardo El Trevisano deshonrado y atormentado por sus parientes furiosos de verlo gastar su fortuna en investigaciones alquímicas, es Denis Zachaire asesinado por su primo al cual había rehusado revelarle el secreto de la piedra filosofal, es Cardan, pobre toda su vida y moribundo de tristeza, son Perrot y Paracelso, acabando su carrera sobre una cama de hospital, son Bernardo Palissy y Borri muertos en prisión. Hacer justicia a esos grandes hombres volviendo a poner sus trabajos a la Luz, haciéndolos revivir en sus obras, tal ha sido nuestro objetivo.
gracias por brindar acceso a libros tan difíciles de conseguir, gracias