Las enseñanzas no han sido formuladas para edificar un cuerpo de conocimientos en el plano mental. El desarrollo y entrenamiento de la mente es un prerrequisito y no un fin en sí mismo. La mente debe ser reorientada de manera que pueda penetrar tanto en la realidad interna como en la externa, pero no es a la mente adonde estas enseñanzas están destinadas en última instancia. Es al alma – la moradora en la mente, la directora de la experiencia – a la que nos dirigimos. Así como el cuerpo causal es una morada temporaria para el alma y un medio por el cual puede completar su misión redentora en los tres mundos, estas enseñanzas esotéricas forman un vehículo causal dentro del plano mental superior de la humanidad. Las presentes enseñanzas conforman la tercera o hilera interna de pétalos en su triple expresión.
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