CUANDO LA LUNA HACE HUELGA O LA LUNA VACÍA DE CURSO
¿Qué cosa es esto de que la Luna hace huelga? Más particularmente huelga de brazos caídos, como se dice en estas sureñas latitudes. Pues esto es así cuando la Luna está en lo que técnicamente se llama “vacía de curso”.
¿Qué quiere decir que la Luna esté vacía de curso?
Expliquemos algunos conceptos. La Luna hace su continuo recorrido en el cielo a través del zodíaco. El zodíaco está formado por los 12 signos. Así que la Luna recorre el zodíaco a través de su pasaje sucesivo a través de los signos. Pero también están haciendo sus propios recorridos en los signos del zodíaco todo el resto del elenco planetario. Y la Luna con su rápido movimiento (es el más veloz de todos los planetas) se va acercando sucesivamente a cada planeta, lo alcanza, lo supera y se aleja luego, siguiendo así su recorrido. La Luna va formando así distintos aspectos con los planetas (aspectos son ángulos determinados que se forman entre los planetas).
En algún momento siempre ocurre que cuando la Luna llega a determinado grado del signo que está ocupando, hace un último aspecto mayor a algún planeta, y no hará ninguno nuevo en lo que resta de su recorrido en ese signo; en otras palabras, hasta que salga de ese signo. Pues esto es la definición técnica de la Luna vacía de curso. Sintetizando: la Luna está vacía de curso cuando no hace ningún aspecto mayor a otro planeta hasta que cambie de signo.
Como la Luna demora aproximadamente 2 días y medio en recorrer cada signo, se da esta condición con esa misma frecuencia. Pero no siempre dura lo mismo: puede haber vacío de curso lunar que dura unos pocos minutos, o que dura uno o dos días enteros (por ejemplo el 20 de agosto de 2006 la Luna estuvo vacía de curso durante prácticamente todo el día).
Ahora bien, Ud se preguntará qué importancia puede tener todo esto. Pues como verá, bastante.
La Luna entre sus múltiples significados rige la gente, las mareas, los estados de ánimo, el cerebro, la parte blanca de los nervios, la memoria, lo cotidiano. Los aspectos que forma con los distintos planetas indican qué tipo de cosas van estimulando al cerebro y que dinámica vamos teniendo, qué tipo de vivencias tendemos a atraer o sintonizarnos más fácilmente con ellas. Por ejemplo cuando la Luna está aspectando a Saturno predomina una energía de seriedad, introversión, dificultades, lentitud, etc; cuando la Luna aspecta a Júpiter por el contrario la energía es de fluidez, facilidad, alegría, aumento, viaje, abundancia, etc, aportando cada planeta la impronta que lo caracteriza.
Cuando la Luna no hace aspectos es como si hubiera una especie de desconexión entre el cerebro-estados de ánimo, y toda la otra gama de estímulos de los otros planetas. Es como si no se reaccionara, o no importaran las otras cosas, o no llegaran, o no se concretaran. Al no estar el cerebro-mente solicitado por nada en particular (los aspectos de los otros planetas, que no hay) se le vuelve difícil tomar decisiones.
Por eso en astrología horaria cuando se da esta condición lunar, constituye una limitante a la interpretación, y quiere también decir que “no pasa nada”, que hay “mucho ruido y pocas nueces”, que “a pesar de las apariencias no hay que preocuparse”.
Pero esos efecto no se dan solo en las cartas horarias, se dan también en la vida real cada vez que la Luna está vacía de curso. Cuando uno va por la calle y nota la poca gente que hay, como si se hubieran ido a otro lado; cuando los comercios están simultánea y momentáneamente vacíos o muy tranquilos; cuando los encuentros de negocios se tornan incómodos e inesperados, cuando los grupos de gente se vuelven caóticos o improductivos, cuando se nos hace muy difícil tomar decisiones porque estamos particularmente dubitativos y poco claros, seguramente en todos esos lapsos la Luna está vacía de curso.
La Luna vacía de curso es como una especie de descanso de la tarea lunar, donde no se hace nada nuevo que valga la pena, donde las energías tienden a estar quietas, no solicitadas, o replegarse. Parece pues tener un sentido negativo esta condición lunar (que lo tiene), pero también propicia una serie de cosas, si estamos lo suficientemente abiertos a ellas. Como la astróloga Jenni Stone lo expone con suma claridad, vamos a seguir sus propuestas.
LO QUE ES PROPICIO HACER CUANDO LA LUNA ESTÁ VACÍA DE CURSO
-Seguir la rutina- esta condición lunar favorece lo rutinario, habitual, archiconocido y repetitivo.
-Despejar el ambiente- como la Luna vacía de curso da gran facilidad para darse cuenta lo que es necesario y lo que no, es ideal para ordenar, limpiar, tirar o sacarse de encima todas esas cosas que hemos dejado acumular (a veces un montón) en el armario, el escritorio, la cocina o donde sea. Es momento de aligerar el equipaje sin mayores problemas y quedar mucho más livianos para seguir adelante.
-Hacer una inspección de control- es fácil darse cuenta en este tiempo de lo que falta, escasea, está equivocado, o averiado.
– Hombre prevenido vale por dos- momento de hacer las listas de lo que hay que hacer más adelante, y de revisar o evaluar cómo se hallan en la actualidad nuestros proyectos.
– Poner/se al día- es fácil ver lo que necesita ponerse al día o actualizarse, así como ocuparse de los cabos sueltos y las cuentas pendientes.
– Editar y corregir- se hace fácil revisar el trabajo para quienes escriben, así como encontrar nuevas formas para expresar las mismas ideas.
– Dormir y descansar- quedarse remoloneando en la cama un rato más, levantarse más tarde, dormir una siesta cuando la Luna está vacía de curso es especialmente disfrutable, gratificante o tranquilo. Porque esta condición lunar vuelve especialmente difusa la línea que separa la conciencia de vigilia, de la inconciencia del sueño.
– Meditar, hacer prácticas espirituales, síquicas o energéticas como reiki- es más fácil abstraerse en la propia interioridad, distanciarse de los problemas, y acceder más fácilmente a un estado de paz interna; también gozar de experiencias síquicas, o vivenciar otras dimensiones de la espiritualidad, el mundo sutil, o las energías.
– Introversión- volcarse hacia dentro de uno mismo y mirar lo qué allí ocurre y cómo es más fácil. En estos momentos la intuición es fuerte, la voz interior se escucha con nitidez, los conflictos internos se resuelven, la reflexión e introversión se profundizan. Uno se puede poner más en contacto con uno mismo.
– Una pausa en el camino- ideal para reponer y recargar las baterías; asimismo tiempo de relax, comodidad o simplemente holgazanear, “il dolce far niente”.
– Eventos sociales con amistades o conocidos- reuniones improvisadas con algún elemento de sorpresa resultan divertidos y gratificantes. Eso sí, no hay que complicarse: que cada uno lleve algo, o se compra comida rápida, o se pide algo a un bar o delivery. Y luego se hace algún juego fácil, que tenga margen para crear, inventar o improvisar.
– Viajar- siempre que sea otra persona quien conduzca es un buen momento para ello. Sin importar tanto el medio de transporte un viaje durante el vacío lunar se hace cómoda y rápidamente. La causa de esto es que para el conductor, piloto o personal de la compañía, viajar es algo rutinario, y durante este tiempo lo rutinario y repetitivo se ve favorecido.
– Flexibilizar los límites- es buen momento para animarse a hacer algo que hasta el momento nunca haya hecho, pero que no sea importante ni comprometido. Es tiempo de búsquedas, de investigación, de sondear otras posibilidades, de dejar volar la imaginación, de hacer un “brainstorming”, de tentar una nueva vía creativa, de pruebas y ensayos. Pero que le quede claro que no es el momento de lanzar una carrera, ni empezar a hacer un deporte de riesgo por vez primera, ni tomar decisiones trascendentes, ni empezar nada de envergadura. Simplemente es momento de expandir su campo visual y opciones. Luego cuando la Luna salga de este estado vendrán sí las decisiones y actuaciones.
LO QUE NO HAY QUE HACER DURANTE LA LUNA VACÍA DE CURSO
– No empezar nada importante- porque las cosas no van a durar, o no van a resultar como Ud. quiere o espera. Esta condición lunar suele ser una de las causas de las tantas cosas inconclusas que tenemos en la vida.
– Evitar conocer gente nueva- porque luego esas personas no resultarán ser como al principio le parecían. La Luna vacía de curso nos hace ver las cosas distorsionadas y con otros colores, y esa clase de euforia no dura.
– No comenzar un nuevo trabajo- porque también acá, las cosas no van a resultar lo que inicialmente parecían, o Ud lo dejará de forma imprevista por alguna otra causa.
– No hacer planes ni compromisos- porque las circunstancias no van a resultar como se esperaba, y los mismos quedarán truncos, incumplidos, frustrados o similar. Por el contrario puede usarse esto de forma conveniente cuando uno en realidad no quiere que se cumpla ese plan, proyecto o compromiso. Por ejemplo, si en realidad no quiere encontrarse con determinada persona, o no ir a determinada reunión, planifique y acuerde ese evento durante la Luna vacía de curso: seguramente algo pasará y no podrá concurrir.
– No comprar cosas costosas o valiosas- porque ellas no van a cumplir con el propósito original que le llevó inicialmente a comprarlas. En cambio es ideal para ir en busca de las ofertas, los descuentos, o los comercios de cosas baratas: eso que pensaba muy perecedero y ordinario resultaría con muy buen resultado, ese regalito que uno compra para otro se lo podría terminar quedando uno porque nos gusta demasiado, eso que ni se le había ocurrido y encuentra en ese momento se convierte luego en algo indispensable, y así sucesivamente.
Ahora solo queda que vaya a buscar en las efemérides, llame a su amigo astrólogo, busque en internet, o como sea averigüe cuando está la Luna vacía de curso y aproveche para fluir con ella. Es una información que podemos sin mucho esfuerzo incorporar a nuestras vidas y que nos puede dar muchas satisfacciones.
Fuente: Javier Aragone