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LOS ECLIPSES
En el siglo XXI se van a dar 8 “tétradas” o “cuatro lunas rojas” seguidas. Es decir, que ocho veces en cien años se darán cuatro eclipses totales de Luna consecutivos.
A semejante coincidencia -en el siglo pasado se produjeron en cinco ocasiones dichas tétradas, sin consecuencias catastróficas- y probablemente a causa de que la Astrología siempre ha considerado infaustos los eclipses a lo que se añade la calenturienta imaginación de algunos desocupados que ven sangre en donde no hay más que color rojizo, se ha propagado un bulo que relaciona dicha serie de eclipses con una supuesta profecía apocalíptica.
No hay más que acudir al catálogo de tétradas de la NASA para comprobar si dichas series de eclipses lunares consecutivos han coincidido o no con años históricamente nefastos para la humanidad. (www.eclipse.gsfc.nasa.gov/LEcat5/LEcatalog.html)
Valga de ejemplo que en los años 1967-68 se produjo una de esas tétradas en los mismos signos (Aries-Libra) en los que se va a producir en el actual bienio, con la afortunada coincidencia del “mayo francés” de glorioso recuerdo.
Este bulo ahora circulante es un invento- supersticioso – agorero – apocalíptico semejante pero de sentido contrario a la romántica tradición de mágica de las “lunas azules” (la segunda de las dos lunas llenas que se produzcan en un mismo mes gregoriano, (la próxima el 31 de julio de 2015) que según una tradición inglesa, son benéficas y dan mucha suerte.
La doctrina astrológica afirma que el eclipse de Luna produce unos efectos considerablemente menos notables y duraderos que los de un eclipse solar, por la sencilla razón de que en el novilunio, el Sol y la Luna, situados en el mismo lugar del zodíaco ejercen mayor ”tirón gravitatorio” en un solo grado zodiacal,
al contrario que en el eclipse lunar, puesto que como la Tierra se haya interpuesta entre ambas luminarias, la fuerza está repartida en dos puntos zodiacales opuestos.
No hay ni un solo aforismo en la literatura astrológica que refrende el bulo apocalíptico que se viene propagando acerca de los terribles efectos que causará la coincidencia de cuatro eclipses totales de luna consecutivos.
Para los astrólogos, esta serie de eclipses lunares no significan nada más, ni nada menos, de lo que significa tradicionalmente cada uno de dichos eclipses según su configuración astral. No olvidemos que para los astrólogos un eclipse de Luna es un plenilunio mucho más potente, pero hablamos de un plenilunio, de un ciclo menor (se dan dos eclipses lunares al año) no de un ciclo significativo y que marque una nueva generación, como la conjunción de los planetas superiores o cronocratores.
En el caso de los eclipses del 15 de abril de 2014 y del 4 de abril de 2015, como la Luna se eclipsará en el signo de Libra (Sol en Aries), significa para nuestras latitudes: “Vientos y grandes tormentas; separaciones matrimoniales; alteraciones en los cuerpos y enfermedades en las nalgas, y también deterioro y ruindad para todo lo relativo a la verdad y a la imparcialidad.”
Eclipse lunar día 15 de abril: Luna a 25º Libra, conjunta al Nodo Norte.
En el caso de los eclipses lunares del 8 de octubre de 2014 y el del 28 de septiembre de 2015, como se producirá el eclipse lunar en el signo de Aries (Sol en Libra), significa para nuestras latitudes: “Correr humedades en las cabezas de los hombres , dolores de la cabeza, tos como la de los carneros, fiebres continuas [ojo, posible epidemia de gripe] y de que el rey perjudicará al pueblo, y si Saturno formase aspecto a la Luna significa enfermedades en el ganado y bochorno en los panes y, si es Marte el que está en conjunción o en mal aspecto, señala disputas y guerras entre los reyes.”
Estos eclipses del otoño boreal se producirán en conjunción con el Nodo Sur de la Luna, es decir que la Luna, tras eclipsarse, se dirigirá hacia el Sur de la Eclíptica, “hacia abajo”, por ese motivo los antiguos dedujeron que estos eclipses eran más negativos y de peor pronóstico que los que se producen conjuntos al Nodo Norte.
Eclipse lunar otoño 2015: Luna a 4º Libra (cercana al punto equinoccial) conjunta al Nodo Sur y conjunta a Príapo (máxima cercanía a la Tierra)
Muy probablemente, los efectos de los eclipses de 2015 serán más notorios puesto que se producirán mucho más cercanos al eje equinoccial 0º Aries/0ºLibra. Lugares que no sólo la doctrina astrológica considera sumamente sensibles, sino que astrónomos y geógrafos convienen con nosotros en que la entrada de la estación es el momento justo en el que el Sol alcanza el punto en el que se cruzan el plano de Eclíptica o trayectoria de traslación de la Tierra –camino aparente del Sol- con el plano del Ecuador terrestre.
Seguramente, se noten mucho más los efectos de los dos eclipses lunares de 2015, puesto que el perigeo de la Luna (Príapo para los astrólogos y máximo acercamiento de la Luna a la Tierra), se producirá a lo largo todo el año 2015 cada vez que la Luna transite por el signo de Aries y donde en octubre se eclipsará puesto que allí se encontrará el Nodo Sur.
Mientras que el apogeo lunar (Lilith para los astrólogos o máxima lejanía de la Luna a la Tierra) sucederá cuando atraviese el signo de Virgo, de modo que andará todavía muy lenta –pero no en su mayor lentitud- cuando se eclipse en primavera en el signo de Libra (Sol en Aries).
Podemos afirmar desde ahora, contando con el total acuerdo científico de geógrafos y meteorólogos, que las mareas que se produzcan en la entrada de la primavera y el otoño de 2015 serán espectaculares.
Lo de la gripe, las ventiscas, los reyes que perjudican al pueblo y la ruindad con respecto a la justicia imparcial, eso ya es territorio nuestro (de los astrólogos, quiero decir) y usando un poquito de nuestro escaso sentido común, no nos convendría atribuir a uno o varios eclipses lunares-por totales y consecutivos que sean- los efectos de la gran cruz cardinal que se está produciendo estos días y que merece mucho más nuestra atención antes que dejarnos arrastrar por bulos e insensateces facilonas.
Adela Ferrer