Piscis es el signo donde el ego se disuelve, un telón de fondo complejo y profundo que todo lo abarca y trasciende. Es esa fuente cósmica, divina, inmanifestada, de donde surge toda creación y a donde finalmente ha de retornar.
En este sentido, representa la espiritualidad, los mundos sutiles y la inspiración artística, así como todo aquello que, de alguna manera, es intangible pero susceptible de llegar a manifestarse como creación.
De ese océano informe surge la sutil belleza de la música, la danza y la poesía, que pueden elevarnos y llevarnos a experimentar la gracia de lo divino. Un océano al que también podemos acceder a través del silencio interior que experimentamos en la meditación, ese silencio gozoso, de pleno vacío.
Esta Luna llena puede entonces envolvernos de una atmósfera de misticismo, arte e inspiración y también podría llegar a trasladarnos a ese mundo de fantasía tan propio de Piscis, donde todo parece posible, pues no hay límites para crear desde lo increado y para plasmar la visión de nuestros sueños, pero también, en ocasiones, de nuestras pesadillas.
Y es que la imaginación da para mucho y, a veces, elaboramos un imaginario basado en nuestros propios miedos e inseguridades y nos adelantamos a los acontecimientos generándonos una angustia innecesaria y, en algunos casos, hasta desproporcionada.
Piscis también hace referencia al sufrimiento que representa la ilusión de separación, la experiencia o ensueño ilusorio de la matrix que no se despejará hasta que permitamos que esta ilusión se diluya y entonces prevalezca lo único real, el Ser, que es infinito y eterno.
Por ello la Luna en Piscis nos hace experimentar esa necesidad recurrente de volver a la fuente, de experimentar su gracia, el gozo de nuestra esencia divina y eterna.
Piscis es además un signo altamente sensible, el más sensible de todos, podría decirse, incluso, hipersensible. Así que es normal con la Luna llena en Piscis que las emociones estén a flor de piel y sintamos una irresistible atracción hacia las profundidades de nuestro mundo interior.
Algunos pueden sentirse tristes y/o nostálgicos, otros inspirados y/o elevados, algunos tal vez despistados o tener la sensación de estar desarraigados, como si una parte de ellos estuviera fuera de este mundo. Otros pueden experimentar la típica fluctuación emocional pisciana, sentirse como un mar que tan pronto puede estar calmo como verse convertido en agitadas olas que remecen su mundo interior.
Sea como sea, la Luna en Piscis nos lleva a experimentar a profundidad nuestras emociones y sería interesante estar atentos a como las gestionamos, máxime cuando tendremos un eclipse que velará la mágica luz de esta Luna llena para enmascararla con la sombra de la Tierra.
Esto nos puede llevar a potenciar la posibilidad de experimentar a nivel emocional el lado más oscuro de la naturaleza piscina, los miedos irracionales, el pánico, la sensación de abandono, el victimismo, la marginación, el sufrimiento, la autoevasión, así como también situaciones caóticas, confusas e irracionales.
Este eclipse ocurrirá cercano, aunque no tanto, por ello es penumbral, a la puerta del pasado representada por el Nodo Sur y en conjunción a Quirón, el sanador herido, así que es posible que las emociones que emerjan y los sucesos que acontezcan tengan resonancia con situaciones del pasado que fueron dolorosas para nosotros y/o nuestro clan familiar y que repetimos en una especie de recurrencia de alguna herida que quedó abierta o mal cicatrizada y que repite la experiencia buscando sanarse y/o de karmas no saldados que aún están latentes y nos pasan factura.
No obstante, el Nodo Sur en Piscis, al ser la puerta trasera o de salida, también nos brinda la oportunidad de soltar aquellos miedos, inseguridades, desilusiones o situaciones abrumadoras o caóticas, que generaban desorden o confusión en nuestras vidas, más aún al encontrase en conjunción a Neptuno, mientras que el Nodo Norte en Virgo cercano al Sol nos abre, como lo ha hecho durante su reciente conjunción, la puerta a acciones enfocadas en el orden, la racionalidad, la virtud y la verdad.
Es el momento de dejar ir lo falso pues las mentiras que nos contábamos en nuestro fuero interno ya no nos satisfacen, momento de apostar por una mayor honestidad e integridad para con nosotros mismos y para con los demás. La presencia de Júpiter en Libra también nos inclinará a ser más sinceros con esos espejos que la vida nos presenta, recordándonos que la sinceridad es la base de la confianza.
La T cuadrada formada entre Marte, cómo ápice o punto focal de la misma, en el signo de Sagitario y la oposición Sol/Luna, durante esta Luna llena eclipsada en el signo de Piscis y acompañada por Quirón, que también participa de la T, puede hacer referencia a sucesos violentos en los ámbitos político, estudiantil o religioso, generando o recrudeciendo el caos en algunos puntos del planeta, esto también puede incluir temas relacionados con prisiones y crisis hospitalarias.
En el mejor de los casos, este Marte también puede hacer referencia a iniciativas o decisiones que alteran nuestra situación familiar o emocional, generando tensión o desafíos.
En cualquier caso, siendo que la Luna simboliza, entre otras cosas a la familia, la infancia, cualquier clan al cual pertenezcamos (en el caso de Piscis, la familia espiritual) y también a los pueblos en general, son de esperarse situaciones complejas, confusas y/o caóticas, vinculadas a todo lo simbolizado por Marte en Sagitario, liderazgo en los ámbitos político, religioso o en el de la educación superior, decisiones o emprendimientos en alguno de estos ámbitos y, en algunos casos, situaciones violentas vinculadas a ellos.
La ocurrencia del eclipse en mi carta en conjunción a la cúspide de casa cuatro, el hogar, la familia, las raíces, me alerta sobre Venezuela, mi tierra natal, que ciertamente está pasando por un momento crítico a nivel político/social que lleva arrastrando hace mucho tiempo pero que cada vez se agudiza más.
Y viendo la carta del eclipse para levantada para diversos puntos del país, me llama la atención, por ejemplo, la situación de Lilith, el espíritu de la inconformidad y la rebeldía por excelencia, en Escorpio, en casa X y, en algunas poblaciones del mismo, cercana al Medio Cielo, cúspide de dicha casa, que representa entre otras cosas el sistema y el gobierno establecido; el infortunio en Acuario (grupos, multitudes, rebeldía, agitación, ruptura de normas y limitaciones) en casa I (el país, pueblo o ciudad en cuestión) y Saturno y Marte en Sagitario en casa XI, lo cual puede hablarnos de sucesos violentos y represión respectivamente, así como de liderazgos sociales pues estos planetas se encuentran en la casa de las revoluciones y cambios radicales.
Por otra parte, pero no menos importante, ya que es el detonante de los acontecimientos, tenemos a la Luna eclipsada en conjunción a Quirón, así como Neptuno y el Nodo Sur, como no, en casa II, los recursos y también la autoestima. El país ciertamente está hundido en la miseria del hambre y el desabastecimiento y la población está notablemente desgastada de tanta desidia. Sólo queda pedir a lo divino que el curso de los acontecimientos promueva un proceso de mejora, que evidentemente será lento dada la crítica situación.
Es de aclarar que los sucesos desencadenados por un eclipse se van desarrollando en los meses subsiguientes al mismo, no obstante, en el mismo día del eclipse pueden suceder acontecimientos contundentes y/o llamativos como lo fue, continuando con el caso de Venezuela, la “Toma de Caracas” que aconteció el pasado 1 de septiembre, día en que los cielos fueron escenario de un eclipse solar.
En fin, esta será una luna Llena de profundas y oscuras mareas, pero la luz siempre retorna y he allí nuestra esperanza. Piscis nos habla también de la fe y lo triste sería perderla, así que no perdamos nunca la fe ni la esperanza porque ella será la que nos impulse y nos sostenga ante la adversidad. Marte y Saturno en Sagitario nos convocan a ello, a ser estoicos y proactivos en la búsqueda de un mejor horizonte y a creer que, aunque lleve tiempo y esfuerzo, es posible salir adelante. Y el nodo Norte junto a Mercurio retrógrado en Virgo nos llevará a hacer una concienzuda revisión que nos abra la puerta al perfeccionamiento.
Tengamos pues una Luna llena en Piscis que nos sirva para perdonar viejas heridas, soltar el dolor y la situación de víctimas conformes con su desgraciada situación y soltar también el lastre y las ronchas ya resecas de nuestras heridas para encaminarnos a esa vida íntegra y sana que merecemos.
Limpiemos nuestra casa, nuestra alma y todo aquello que consideremos un hogar de las cargas kármicas y residuos energéticos de dolor, desidia y desamparo que nublan la esencia divina que trasciende cualquier decadencia y que es nuestra verdadera y legítima naturaleza.
Es momento de que el alma vuelva a experimentar la sutil e inspirada belleza del Ser y para ello el reseteo del eclipse es necesario. Que sepamos pues aprovecharlo como parte de nuestro proceso evolutivo y podamos reflexionar en todo lo positivo que somos capaces de cocrear, rescatando de nuestra imaginación las mejores posibilidades.
Consultora de Astrología y Tarot
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Veremos qué pasa aquí en Vzla 🙁
Interesante el artículo.